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Reportaje:Nuevo Gobierno en Francia

El inventor del humanitarismo

Bernard Kouchner, el gran 'fichaje' de Sarkozy, fue varias veces ministro socialista

La presencia del médico Bernard Kouchner como ministro de Exteriores en el Gobierno de Nicolas Sarkozy ha sido el secreto peor guardado de Francia y una jugada maestra del nuevo presidente. Kouchner, uno de los políticos socialistas más conocidos del país, que hizo campaña por Ségolène Royal, tiene cosas en común con Sarkozy: la primera, su desinhibido atlantismo, que provocaba auténticas alergias entre sus correligionarios socialistas, especialmente cuando se declaró partidario de la guerra de Irak.

Kouchner, de 67 años, estuvo en la revolución estudiantil de Mayo del 68 -cuya herencia Sarkozy se ha propuesto borrar del mapa. Fue fundador primero de Médicos sin Fronteras y luego de Médicos del Mundo, cuando se enfrentó a los otros responsables de la ONG, mientras recorría los conflictos de medio mundo (Líbano, Kurdistán, Biafra, Vietnam) ayudando a las víctimas como médico. Ha sido uno de los inventores de lo que se conoce como movimiento humanitario y siempre ha defendido, incluso en Irak, la legitimidad de las intervenciones en el exterior.

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Ha sido tres veces ministro en diferentes gobiernos socialistas y fue el primer administrador de Kosovo, entre 1999 y 2001, tras la intervención militar de la OTAN y la salida de las fuerzas serbias. Las malas lenguas dicen que intentó, sin lograrlo, ser nombrado Alto Comisionado de la ONU para los refugiados y director de la Organización Mundial de la Salud.

"Ha sido una decisión difícil", aseguró anoche Kouchner para justificar un que le ha enfrentado al PS y que muchos simpatizantes de la izquierda tienen grandes dificultades para entender, ya que supone un golpe terrible para un ya desarbolado Partido Socialista.

Tras conocerse su nombramiento, François Hollande, secretario general de los socialistas, se apresuró a declarar que Kouchner "ya no es miembro" del partido, oficializando su expulsión. Lo cierto es que Kouchner, al margen de si estaba o no al corriente del pago de sus cuotas, nunca fue un socialista clásico, por más que formara parte de varios Gobiernos socialistas.

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Pero Kouchner no es el único izquierdista fichado por Sarkozy. Jean-Pierre Jouyet, secretario de Estado de Asuntos Europeos, también ocupó importantes puestos en varios gobiernos socialistas. Fue jefe de Gabinete de Lionel Jospin (1997-2002). No tiene carné del Partido Socialista, pero es un amigo personal de la pareja Hollande-Royal. Poco antes de la primera vuelta electoral, el 22 de abril, se sumó a un llamamiento para una alianza entre la socialista y Bayrou.

Tampoco tiene carné del Partido Socialista Eric Besson, nombrado secretario de Estado de Evaluación de Políticas Públicas, pero su peripecia es muy diferente. Era el responsable de Asuntos Económicos del PS y había realizado declaraciones descalificatorias sobre Sarkozy, al que definió como "un neoconservador norteamericano con pasaporte francés". Pero tras criticar las propuestas de la candidata socialista y ser contestado con despecho por ésta -"¿Quién conoce a Besson?", dijo Royal- escribió un libro vitriólico de gran éxito titulado ¿Quién conoce a Ségolène Royal? y se pasó con armas y bagajes al enemigo.

Bernard Kouchner (izquierda) junto al ministro de Exteriores saliente, Philippe Douste-Blazy, ayer en París.
Bernard Kouchner (izquierda) junto al ministro de Exteriores saliente, Philippe Douste-Blazy, ayer en París.AP

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