El PP buscará pactos con CiU y el PSC

El líder del Partido Popular en Cataluña, Josep Piqué, ya ha comunicado a sus cuadros la consigna para el día siguiente de las elecciones. El PP debe intentar tantos pactos como sea posible con Convergència i Unió, con el Partit dels Socialistes e incluso con otras formaciones de la izquierda. El único límite son los acuerdos "contranatura", un concepto difuso que se interpretará según las circunstancias de cada municipio. No vale quedarse en la oposición si es posible tocar poder. Piqué ve inadmisible que el segundo partido de España sólo tenga 9 alcaldías en Cataluña y sólo participe en 30 gobiernos locales. Quiere sacar al partido del aislamiento y cree que los pactos municipales son la mejor forma para empezar.

El trasvase del Ebro y la guerra de Irak le pasaron al PP una factura de difícil digestión en las últimas elecciones municipales. El partido de Josep Piqué perdió el 25% de sus concejales, pasó a ser la quinta fuerza municipalista de Cataluña y no logró ninguna alcaldía de más peso que la de Sant Andreu de Llavaneres (8.400 habitantes).

Tarragona, donde el PP ha sustentado al convergente Joan Miquel Nadal en la alcaldía, ha sido la principal baza municipal de los populares durante estos años. Muchas comarcas de la Cataluña interior no tienen ni un solo concejal del PP.

Josep Piqué se ha propuesto ahora dar un vuelco a esta situación. La dirección del partido ha identificado una quincena de municipios en los que ve factible un gobierno de coalición con Convergència i Unió en caso de mejorar los resultados de 2003.

En la lista de Piqué figuran Manresa, Mataró, Granollers, Blanes, Martorell, Premià y Salt, entre otros, además de Vic y Vilanova y la Geltrú. El denominador común de estos municipios es que, con dos o tres concejales más, CiU y el PP podrían gobernar juntos. El objetivo está allí.

Convergència i Unió es el principal aliado que aspira tener el PP para romper su dramático aislamiento. Los dirigentes populares han lanzado mil alabanzas en los últimos días hacia la "ejemplar" gestión del actual Gobierno de Tarragona. Pero habrá piropos para todos, o casi, después del 27-M. Josep Piqué quiere intentar acuerdos en todos los municipios donde la aritmética lo permita.

De entrada no se excluirá a nadie. Aitona, un pequeño municipio del Segrià, ejemplifica esta política. Los populares han mantenido allí durante cuatro años un pacto de gobierno ni más ni menos que con Esquerra Republicana. Piqué no incentivará este tipo de pactos, pero tampoco los rechazará antes de analizar la situación particular de cada municipio. "Sólo se excluirán los pactos que realmente sean contra natura", afirman fuentes cercanas a la dirección del partido.

Palos en las ruedas

Alberto Fernández Díaz no se da por aludido. El candidato del PP por Barcelona mantiene desde su sitio en Internet que no prevé más pactos que los que pueda alcanzar con Convergència i Unió. "A diferencia de Xavier Trias, descarto pactar con los ingredientes del tripartito", asegura. Las contradicciones entre Alberto Fernández y Josep Piqué han sido habituales desde que el segundo asumió la presidencia del partido en Cataluña.

Fernández Díaz se considera el auténtico faro de la política municipal del PP catalán y no ha perdido ocasión para recordárselo a Piqué. Los afines al candidato a la alcaldía de Barcelona reprochan a Piqué su alejamiento de las bases del partido y la falta de apoyo a los candidatos de los pequeños municipios.

La estructura territorial del PP catalán se encuentra prácticamente desmantelada, lo que ha obligado a hacer decenas de listas desde la sede de la calle Urgell de Barcelona. Todo esto puede perjudicar notablemente al PP catalán.

Piqué ha intentado paliar a última hora las críticas por su falta de presencia en el territorio. "En la precampaña electoral ha hecho más de 14.000 kilómetros por Cataluña", asegura uno de sus colaboradores. Parte de este kilometraje lo ha hecho acompañado por Mariano Rajoy.

El presidente del PP ha visitado Cataluña en cinco ocasiones desde febrero, la última de ellas ayer. Rajoy ha buscado apoyos para su proyecto en las cuatro capitales, pero también en la Cataluña rural y en las zonas más hostiles. La comarca de la Conca de Barberà, donde el partido no tiene ni un solo concejal, también recibió la visita de Rajoy, quien ha prometido pisar las 41 comarcas catalanes antes de las elecciones generales.