Zapatero avisa a sus candidatos vascos de que el fin de ETA será difícil, y llama cobarde a Batasuna

De manera solemne, en tono grave y con un punto de emoción en sus palabras, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, envió ayer sendos mensajes al PP y a Batasuna respecto a cómo actúa y actuará para combatir el terrorismo. Al tiempo, defendió su posición de principios en la búsqueda del fin de la violencia aunque advirtió a ETA y Batasuna de que no habrá proceso de diálogo si "se respalda o se justifica" la violencia.

"Hemos aplicado la Ley de Partidos en sus justos términos. Nunca menos de lo que exige ni más de lo que establece"

"Exijo al PP que vuelva a la unidad, a la lealtad, y que apoye al Gobierno en la lucha contra el terrorismo"

"Con pistolas y con bombas no hay proceso de paz. Proceso de paz sólo hay dejando atrás para siempre la violencia"

Para difundir estos mensajes eligió Vitoria, lugar en el que reunió a 400 cargos públicos del PSE que se presentan a la reelección, a quienes dijo que nada les puede pedir porque todo lo dan. Fue su primer intervención pública de los últimos meses en la que analizó en profundidad la estrategia antiterrorista del Gobierno.

Los asistentes vieron una intención trascendente en las palabras de su líder. Ante tanto ruido, vino a decirles: id y contad en qué momento está la lucha contra el terrorismo. Ésta es la síntesis que hizo un dirigente del PSE del mensaje del presidente nada más terminar el acto, celebrado en la antigua azucarera de Vitoria ante los principales aspirantes socialistas a alcaldías, concejalías y diputaciones forales, encabezados por su secretario general, Patxi López, junto al presidente del Senado, Javier Rojo. Éste y otros dirigentes destacaron la siguiente advertencia de Zapatero: "La política antiterrorista con todos los gobiernos fue, ha sido y será difícil". El presidente, vestido con traje oscuro y corbata a rayas, quiso trasladar a sus compañeros que sufren la violencia terrorista que la situación para el fin de ETA está complicada.

Fuera del acto, unas decenas de jóvenes, algunos candidatos en las listas de ANV, dirigieron insultos a Zapatero y el PSOE, a los que tacharon de "fascistas".

El acto de ayer, no previsto inicialmente en la campaña, tenía como objetivo explicar qué se ha hecho ante las intenciones de Batasuna de estar presente de formar fraudulenta en las elecciones del día 27 y, además, exigir al PP que deje "de insultar y descalificar". Al final de su discurso, el presidente lo sintetizó en cuatro puntos que recuerdan a los que ya expuso en febrero pasado en otro acto también en Vitoria.

"Sigo con mi firme voluntad de prevenir, combatir y trabajar por el fin de la violencia", afirmó, seguramente dirigiéndose al mundo abertzale. "Voy a trabajar por alcanzar la paz y en esta tarea los insultos no me impresionan". Miró hacia atrás del atril desde el que hablaba y miró a los militantes socialistas vascos. "Estos días están atacando nuestras sedes porque se les ha aplicado la Ley de Partidos y no pueden ir a las urnas porque no han hecho los deberes", dijo. "Nada es posible en democracia para quien justifica la violencia y quien así lo hace tiene poca valentía, por no decir que tiene mucha cobardía", agregó, dirigiéndose a Batasuna. Finalmente, se refirió a la "irritante" oposición del PP, quien acusa al Gobierno de "haber abierto las puertas [de las instituciones] a Batasuna".

"Hemos aplicado la Ley de Partidos en sus justos términos, nunca menos de lo que exige ni tampoco más de lo que establece", replicó a los populares.

"Exijo democráticamente al PP", dijo con tono solemne, "que vuelva a la unidad en la lucha contra el terrorismo, a la lealtad, y que apoye al Gobierno de España que trabaja por el fin de la violencia". Momentos antes, y en un mensaje para todos, señaló que los socialistas vascos y el Gobierno de España "trabajan en defensa de una Euskadi libre por un camino recto".

Zapatero no olvidó a las víctimas del terrorismo. "Recordamos a todas las víctimas, las reconocemos, las lloramos, están y estarán siempre en nuestra memoria, pero nunca las utilizaremos", dijo. Un gran aplauso fue la respuesta de los reunidos, a los que Zapatero se dirigió llamándoles "valientes de buena fe".

Escuchado todo el mensaje, podría parecer que no hay nada nuevo pero, como señalaron dirigentes del PSE, lo extraño hubiera sido que el presidente abdicara de sus principios. En el segundo de los cuatro que ayer expuso abogó sin ambages por "el diálogo en ausencia de violencia".

Lo expresó gráficamente: "Con pistolas y con bombas no hay proceso de paz". Pero dejó claro que su deber "más grande" como gobernante es acabar con la violencia. Y tiene el aval para hacerlo, al menos, del PSE, según proclamó Patxi López: "José Luis, cuentas con todo nuestro apoyo para buscar la paz y la libertad, para hacer la Euskadi de la convivencia".

Zapatero culminó su jornada electoral en Santander.