Nuevos retos en cuidados de la salud

Los sistemas sanitarios viven una espiral de cambios sociales, culturales, científico-técnicos, económicos y políticos que permiten abordar continuos y nuevos retos. Uno de estos retos está íntimamente relacionado con el desarrollo de la profesión enfermera y la creciente exigencia de provisión de cuidados sanitarios en generalen nuestra comunidad y en el conjunto del país tenemos uno de los sistemas sanitarios más avanzados del mundo, que conjuga su alto nivel de calidad con una eficiencia más que aceptable. En los años precedentes hemos puesto el acento en conseguir mejoras en las infraestructuras hoy se dan una serie de condiciones objetivas, de cambios y nuevos roles sociales, que ponen de manifiesto la necesidad de esta intensa transformación: envejecimiento progresivo de la población, incremento de enfermedades crónicas, abandono de estilos de vida saludables, o la propia sostenibilidad futura de unos servicios cada vez más demandados y que consumen una importantísima parte de los recursos públicos... Todo ello nos conduce a orientar nuestra mirada como administración sanitaria hacia áreas que apenas han comenzado a emerger pero que tienen por delante un extraordinario potencial de crecimiento para ayudarnos a solventar una buena parte de estos desafíos; y entre ellas, evidentementese trataría, en definitiva, de mirar al ciudadano, a las personas que acuden a los servicios sanitarios, con una mirada nueva, la perspectiva de los cuidados sin los que, sin duda, nuestra sociedad desarrollada no puede seguir avanzando. Es evidente que la enfermería tiene ya atesorado un amplio cuerpo de conocimiento que le permite dar una respuesta propia ante estas nuevas exigencias y demandas. Y también lo es la voluntad política de apostar por un nuevo pilar del estado del bienestar con el desarrollo del sistema de atención a la dependenciajunto a ello, tenemos también por delante extraordinarias oportunidades, derivadas de la aplicación de los acuerdos de bolonia y del desarrollo de las especialidades de enfermería, cuestiones ambas que nos tienen que permitir aprovechar el incremento formativo propuesto para que la enfermería adquiera mayor responsabilidadcontamos, por tanto, con las premisas necesarias para propiciar un mayor protagonismo de la enfermería en la transformación de nuestro sistema sanitario, conservando sus valores y su visión pero incrementando sustancialmente su marco competencial y de desarrollo profesional. Todo ello bajo la premisa irrenunciable del trabajo compartido en equipo dentro del sistema sanitario. Si el paciente es efectivamente el centro del sistemael amplio potencial de este nuevo rol de la enfermería requiere de un debate sereno, pausado, alejado de crispación o enfrentamiento, un debate al que las enfermeras y enfermeros andaluces tienen mucho que aportar, ya que durante los últimos años han sido capaces de asumir o compartir el liderazgo en cuestiones realmente innovadoras en el conjunto del sistema nacional de salud como la gestión por procesosen andalucía hemos apostado por profundizar en esta línea y por eso desde la consejería de salud estamos ya trabajando en múltiples vías de desarrollo, a través de las cuales la profesión enfermera va a ver incrementado, sin duda, su ámbito competencial. Me refiero, por ejemplo, a la posibilidad del manejo de determinado grupo de productos (lo que se denomina prescripción enfermera), y la capacidad de derivación desde la enfermería; o la solicitud y realización de pruebas diagnósticas o terapéuticas (retinografía digital, cateterización de vías centrales, flujometríassería un error limitar o circunscribir la potencialidad de la profesión enfermera a los trabajos que han venido realizando hasta la fecha, teniendo en cuenta la experiencia, cualificación, reconocimiento y motivación de los profesionales de enfermería de nuestro país y los apasionantes retos que se avecinan. No solo está en cuestión el rol profesional o el prestigio social de una profesiónasí como en términos de promoción de estilos de vida saludables y de prevención de la enfermedad y la discapacidad. En la calidad asistencial y en la dotación tecnológica; pero ha llegado el momento de transformar profundamente alguno de los modos de actuación hasta ahora habituales en los servicios sanitarios. Se encuentra la orientación hacia los cuidados. Que requiere inexcusablemente el apoyo del área de la enfermería para la valoración de la autonomía y la atención a la discapacidad. Mayores competencias y mayor protagonismo dentro del proceso asistencial. Todos deberíamos hacer un esfuerzo superando pugnas o rivalidades mal entendidas de manera que las distintas profesiones aporten lo mejor de cada ámbito para dar una respuesta adecuada en tiempo y forma a las necesidades del paciente. La definición de las competencias profesionales o el desarrollo de la enfermería de enlace. ...); a la figura de la enfermera de referencia que permita asegurar la personalización de los cuidados; o al papel determinante que va a jugar la enfermería para garantizar la seguridad clínica de los cuidados con sistemas de alertas y planes de mejora continua. Sino que está en juego la posibilidad de avanzar en nuestro sistema nacional de salud y responder a las necesidades de una sociedad avanzada que pugna por situarse en la punta de lanza de las sociedades más desarrolladas de europa. Es preciso un gran consenso social y un gran esfuerzo de generosidad y tratar de dejar atrás discursos exclusivamente corporativos.

"La enfermería tiene atesorado un conocimiento que le permite responder a las nuevas exigencias"

María Jesús Montero es consejera de Salud