_
_
_
_
_
Entrega de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo

Un premio de efectos inmediatos

La misma tarde en que se conocieron los Premios Ortega y Gasset de Periodismo, se cerraron en Buenos Aires 14 talleres ilegales de confección de ropa y se liberó a 200 ciudadanos bolivianos encerrados en condiciones de esclavitud. El reportaje que denunciaba esta situación había sido publicado en el diario boliviano El Deber el 22 de julio de 2006. Nada pasó entonces. "Sólo se hace algo cuando una noticia da la vuelta al mundo", explicaba ayer el autor del reportaje, el periodista Roberto Navia, la repercusión e importancia de estos galardones convocados anualmente por el diario EL PAÍS y de los que este año se cumple su 24 edición.

Por el contrario, en los medios oficiales cubanos, la noticia del premio a Raúl Rivero fue comentada en un breve suelto y en tono jocoso. A él no le ha importado. Esperaba algo así. El periodista y poeta cubano, exiliado en España desde 2005, conoce de primera mano el comportamiento del régimen de Fidel Castro hacia la prensa independiente. "Por encima de la compensación personal, que es muy gratificante, reconozco la importancia de este galardón por la resonancia en el plano profesional. Me ayudará a seguir hablando de la situación de mis colegas periodistas cubanos que siguen trabajando en la isla en situaciones muy difíciles", explica un comprometido Rivero, que desde hace años lucha por la libertad de prensa en la isla.

A Desirée Martín sí le ha cambiado la vida este galardón. La fotografía ganadora le reportó un contrato de colaboración con la agencia France Presse. "El fotoperiodismo está muy mal pagado. Sin ninguna duda, el premio me ha rescatado. No iba a abandonar la profesión, pero sí a buscar otros medios de vida. Ahora sé que puedo seguir con esta profesión", asegura Martín, para quien la labor periodística en Canarias se está haciendo cada vez más difícil. "Las vallas en el puerto de Tenerife son cada vez más altas y tupidas. Ya no nos permiten entrar en la zona de desembarco de los cayucos. El silencio está haciendo mucho daño", denuncia la fotógrafa.

Cuando a Julia Zapata y Alberto Souviron, directivos del portal BBCMundo.com, les comunicaron el premio, creyeron que se trataba de una broma de algún colega. Tal es su grado de exigencia profesional y de humildad. "No estamos subidos a un pedestal", dice Souviron. "Somos servidores públicos, representamos al contribuyente que es quien nos paga", añade a su lado Zapata. Este galardón les servirá para seguir avanzando en llevar la información más rigurosa a quienes navegan por la Red y, especialmente, al público joven, los grandes consumidores de Internet.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_