La UPV admite que las medidas de seguridad ante el paro estudiantil fueron escasas

El rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Juan Ignacio Pérez, reconoció ayer en el Parlamento que las medidas de seguridad que su equipo adoptó durante la jornada de huelga estudiantil contra el proceso de Bolonia, celebrada el pasado 29 de marzo, fueron "claramente insuficientes". Durante dicha jornada, convocada por el sindicato estudiantil Ikasle Abertzaleak (IA), próximo a Batasuna, los piquetes cometieron cerca de una decena de agresiones contra personal de seguridad, profesores y estudiantes, aseguró Pérez.

El rector puso de relieve que ayer mismo, en el marco de otra jornada de protesta de IA, el lanzamiento de un bote de humo obligó a evacuar las aulas de Periodismo.

En su comparecencia, a petición del PP, ante la Comisión de Educación, Pérez se comprometió a adoptar más medidas preventivas ante próximas movilizaciones. Confirmó que ha abierto un expediente informativo para analizar el alcance de los sucesos y que se está analizando el protocolo de actuación de los servicios de seguridad. Y dejó la puerta abierta a la presentación de denuncias judiciales, para que no se vuelvan a repetir "actitudes de intimidación inaceptables".

El responsable de la universidad pública aseguró que la vivida el 29 de marzo fue la situación más grave de su etapa como rector, y recalcó que "hubo voluntad inequívoca de provocar incidentes violentos y una respuesta violenta" de los convocantes.

Tanto él como varios rtesponsables de su equipo son el objetivo de pintadas que se suceden en los últimos días dentro de la nueva semana de protesta contra el proceso de Bolonia que ha convocado IA, sindicato mayoritario en el Consejo de Estudiantes. Pérez confió en que en las próximas elecciones entre el alumnado "pierda la fortaleza que tiene ahora".

Los representantes del PP y el PSE en la comisión, Santiago Abascal e Isabel Celaá, respectivamente, instaron al rector a que estos disturbios no vuelvan a ocurrir y no queden impunes.