"En política vende ser gay; ser lesbiana, no"
"Satisfecha y nerviosa", Beatriz Gimeno dejó el domingo la presidencia de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgt), la mayor organización de este colectivo de España. A sus 44 años, esta madrileña ha vivido la aprobación, durante su mandato, de las leyes de matrimonio homosexual y de identidad de género. Feminista convencida, casada con otra histórica militante, Boti García, y madre de un hijo, Gimeno planea su retirada a un segundo plano de la militancia.
Pregunta. ¿Qué deberes le deja a su sucesor, Antoni Poveda?
Respuesta. Hemos conseguido el cambio legal, pero a veces eso es más fácil que el cambio cultural, que es lo que está pendiente. Es como lo que pasa con las mujeres, que ya se ha producido la igualdad de derechos pero todavía no se ha conseguido la igualdad real. Pero, resumiendo, lo que yo desearía es que la homofobia y la transfobia desaparezcan.
"Está claro que el matrimonio homosexual se va a extender; es inevitable"
P. ¿Qué aspecto siente que no ha dejado cerrado?
R. Me hubiera gustado que la asignatura de Educación para la ciudadanía reconociera más ampliamente o protegiera mejor la diversidad tanto de los modelos de familia como sexuales. Eso estaba en los primeros borradores, pero luego nuestra presencia se fue cayendo. Me hubiera gustado que hubiera quedado más claro que la homofobia, como el sexismo o el racismo, son actitudes que se deben erradicar. Es algo que pudo ser y no fue.
P. Un diputado presentó la semana pasada en el Parlamento argentino una propuesta para regular del matrimonio homosexual igual que la española. ¿Se siente un poco artífice de esa iniciativa?
R. Lo primero que hay que decir es que en América Latina hay diferencias enormes entre países, y que dentro de esa diversidad, Argentina es el país donde la igualdad está más cerca. Es verdad que nosotras estuvimos en verano con las personas que han presentado esa propuesta. Lo que está claro es que el matrimonio homosexual se va a extender; es inevitable.
P. En cambio, dentro de la Unión Europea hay países, como Polonia, donde no parece que eso esté cerca en absoluto. ¿Qué se puede hacer al respecto?
R. En el caso de Polonia, y en otros, la UE tiene que ser muy firme. La Federación se pronunció a favor de la Constitución Europea, y yo personalmente creo que hubiera sido muy importante que se aprobara, porque es uno de los temas que con una Constitución se puede arreglar. Es muy importante que estén escritos los mínimos, para que incluso se pueda expulsar a un país si no los cumple.
P. Usted ha mantenido un enfrentamiento continuo con el PP. Precisamente, en el Parlamento Europeo, cuando se votó una resolución sobre Polonia, este partido no la apoyó. ¿Qué opina?
R. Efectivamente, alguien tan representativo como Jaime Mayor Oreja -y otro diputado- votaron en contra de la resolución que condenaba la homofobia en Polonia, y el resto se abstuvo. Esto demuestra que el PP sí es un partido homófobo. Ya no se trata de estar de acuerdo o no con el matrimonio, como ellos dicen, porque no se estaba votando eso. Lo que indica es que son homófobos, aunque se empeñen en decir que no.
P. Su antecesor en la presidencia de la Federación, Pedro Zerolo, dio el salto a la política [es miembro de la ejecutiva del PSOE]. ¿Ha pensado en hacer lo mismo?
R. No lo he pensado, pero la verdad es que tampoco me ha llegado ninguna propuesta. Es una muestra más de la diferencia entre gays y lesbianas. Las lesbianas en política no existen -bueno, las hay pero no lo dicen-, y parece que tampoco hay interés por que las haya. En política ser gay vende; ser lesbiana, no.
P. ¿A qué va a dedicarse ahora?
R. Quiero seguir trabajando por la visibilidad de lesbianas, gays y transexuales en el ámbito cultural. Que lo LGTB [lesbianas, gays, transexuales y bisexuales] entre en la universidad, y que haya estudios, cursos y seminarios sobre cultura LGTB como hay en otros países.
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