"Nosotros tenemos la última palabra"

"Todos, grandes y pequeños, nosotros tenemos la última palabra. Porque educación significa educar en la solidaridad, la tolerancia y la responsabilidad". Con este mensaje, Gonzalo Anaya, el histórico padre de la renovación pedagógica, maestro de muchas generaciones y profesor emérito de la Universidad, se cerraba el primer alto en el camino del variado programa Por una más y mejor educación de calidad, diseñado por la Confederación Valenciana de padres de Alumnos que lleva su nombre, el sindicato de estudiantes FAAVEM, CC OO, UGT y el STEPV y la oposición política en bloque con Esquerra Unida, el PSPV, Bloc y Esquerra Republicana.

Bajo una improvisada Carpa de la realitat, donde papás y mamás y alumnos de todos los coles públicos "colgaron" su particular foto del estado real de sus infraestructuras educativas, el profesor Anaya les recordó que la única batalla posible y necesaria "pasa por tres palabras: solidaridad, tolerancia y responsabilidad. Ésa es la única enseñanza viable, si queremos completar la educación, porque educar es formar seres humanos". "El modelo de la República", precisó, al tiempo que cientos de niños -con una nutrida representación de prácticamente todos los centros públicos de referencia de Elx-, edificaban con ladrillos de poliespán los "coles nuevos" prometidos por Francisco Camps, que al final de la tercera legislatura popular son un solar.

Y a la 1 en punto de la tarde, cuando más de 2.000 ciudadanos iniciaban la marcha, Glòria Marcos -candidata por EU a la Generalitat- y la socialista Carmen Alborch -que aspira a desbancar a la popular Rita Barberá después de 16 años al frente de la alcaldía de Valencia- y su geganta (el emblemático ninot vestido de Montesinos que la representa) acompañadas por dos centenares de amigos y "amigas respublicanas" convergieron unos minutos en la plaza.

Nadie quiso faltar a la cita. Nadie de la flor y nata política: diputados, concejales, dirigentes sindicales, profesores, y amigos de sus amigos emprendieron la procesión civil por San Vicente hasta la residencia oficial de Camps para hacer solemne entrega de "las miles de firmas recogidas en favor de una enseñanza pública de calidad". Ésa que, como anotó el viejo profesor, "no se hace sólo con ventanas de PVD".

La verdadera formación, esa que pasa por la lectura y la ciencia; la educación en valores democráticos y laicos; y, sobre todo, por más y mejor inversión. "Menos vela y más escuela" o "Tenemos el terreno, queremos el dinero", "Institutos ya!", algunos manifestantes al advertir al ejecutivo del PP que los ayuntamientos socialistas han cedido suelo para construir los centros; que ya no hay excusas para postergar más y más las obras prometidas hace años, por ejemplo, en el barrio de Jesús-Patraix (con toda la Secundaria en barracones o bajos); que no se pueden desviar la matrícula de los niños de 12 años del distrito de Algirós para ceder a los intereses de la red privado-concertada.

Quizá, como advirtió con una sonrisa la presidenta de la FAPA-Valencia, Gemma Piqué: "Esto es sólo el principio de todo, comienza la campaña electoral, aún falta mucho camino por hacer". Así que, junto al presidente de los alumnos Stefan Lukich, concluyó con un "todos a la huelga de estudiantes el 10 de mayo".