La burbuja de papel

La cotización de la fotografía subió continuadamente de 1997 a 2002. Se ha marcado 1999 como el momento de referencia, el "verdadero catalizador" del mercado. Sólo dos años antes de 1999, en 1997, se inauguraba la primera edición de la que se ha convertido en la más importante feria para el mercado fotográfico, Paris Photo. Su fórmula ha resultado todo un éxito y parece haberse adaptado muy bien a las exigencias del mercado, al ser una feria que dedica igual atención a la fotografía antigua, moderna o contemporánea. El éxito de su gestión le ha llevado a hacerse cargo también de Photo London, que se celebra del 31 de mayo al 3 de junio.

Photo London se ha especializado en fotografía contemporánea, por lo que debe dejar paso a un contenido en el que la imagen sale de sus formatos tradicionales para interactuar con otros medios como el vídeo o la instalación. También centra su atención en la creación fotográfica contemporánea la única feria especializada en el medio que existe en España, DFoto.

El mercado fotográfico ha pasado en los últimos 10 años por momentos de crecimiento, por momentos verdaderamente especulativos y por fases de recaída, ligadas a la depreciación de algunos autores (como ha sido el caso de la escuela alemana, con Thomas Ruff, Thomas Struth o los Becher) y a la desconfianza del mercado respecto a la calidad y autenticidad de algunas copias que salieron al mercado bajo la presión de una fuerte demanda. Así las cosas, el mercado de la fotografía sigue siendo bastante joven, sometido a fuertes inestabilidades e irregularidades.

Reajustes

La fotografía antigua, del siglo XIX, es la más cotizada, así como algunas obras de artistas contemporáneos de referencia. Algunas obras del XIX, de Gustave Le Gray y Girault de Prangey, han alcanzado los 700.000 euros. Y la serie de Edward S. Curtis sobre los indios norteamericanos ha superado el millón de dólares. Del lado contemporáneo, Andreas Gursky no ha dejado de subir; si en 2002 se vendía Untitled V por 560.000 dólares, en 2006 su obra 99 cent ha alcanzado los dos millones de dólares. Y de Richard Prince se vendía unos de sus famosos Cowboy, imagen de las campañas de Marlboro, por algo más de un millón de dólares. Algunas obras de autores ya clásicos, como Edward Weston, Diane Arbus o Mapplethorpe, se han acercado al medio millón. Pero al mismo tiempo el mercado ofrece obras de estos mismos autores por cantidades muy inferiores.

Un mercado demasiado irregular, con segmentos muy rentables, que dependen mucho del autor, algunas veces del tema, y en la mayor parte de los casos de la calidad, conservación y singularidad de la copia. Como en casi todo, la rareza y la escasez es el detonante del precio. El mercado de la fotografía, pasado el momento del esplendor y la inflación de precios (sobre todo en la fotografía contemporánea), empieza a requerir reajustes, equilibrio en las cotizaciones más allá de la espectacularidad de los precios de las subastas, y ante todo seguridad y garantía.