Los japoneses se llevan el atún

Mientras la almadraba de Barbate (Cádiz) capturaba 57 atunes en la primera levantá del año, en Bruselas empresarios y comerciantes hablaban de las posibilidades de negocio de esta especie en el futuro. En el presente las cosas están claras. Las bodegas del barco japonés Suruga I recibieron 54 de los 57 atunes. Sólo tres pasaron por la lonja. La pasión asiática por este pescado hace que la mayoría ni siquiera pise el puerto barbateño, a pesar de que allí se preparó un túnel de congelación con capacidad para congelar hasta 500 piezas a 60 grados bajo cero.

Los primeros atunes han devuelto moderadas esperanzas a los dueños de las almadrabas, un sector que atraviesa una profunda crisis desde hace años debido a la reducción de las capturas. El peso medio alcanzado ha sido de 350 kilos, muy por encima de la media de 207 kilos de 2005 o de los 156 de 2006. Es todavía pronto para saber cómo resultará la campaña de este año, que ha arrancado tarde y de forma desigual para los cuatro sistemas de redes instalados en la costa gaditana. Barbate ya ha dado sus primeros frutos pero Zahara, Conil y Tarifa continúan aguardando los primeros resultados favorables.

Dos barcos japoneses están en Barbate desde principios de año a la espera del atún

Dos barcos japoneses aguardan desde principios de año en el puerto de Barbate para trasladar gran parte de las capturas hasta su país, donde el sushi de atún de almadraba es un manjar muy solicitado. Es para los propietarios de las redes su principal mercado, además de las ventas que se hacen en lonja para el mercado más cercano. Sin embargo, la caída de los precios ha provocado que se busquen nuevas zonas de venta. Ha sido uno de los asuntos abordados en la Conferencia Europea sobre Atún celebrada esta semana en Bruselas y a la que han acudido compradores y vendedores, procesadores, distribuidores, científicos, técnicos y políticos de 40 países. No en vano el atún mueve en el mundo 5.300 millones de euros al año.

En el encuentro, en el que han participado representantes gaditanos, se ha hablado de las formas de mejorar el negocio pero también de los problemas derivados del exceso de pesca. Según un estudio de WWW/Adena, el atún rojo del Mediterráneo, la especie que se captura en las almadrabas de Cádiz, está al borde del colapso, de lo que culpan a las prácticas "saqueadoras" que practican especialmente cuatro países: Libia, Turquía, Francia e Italia, donde la pesca dobla el límite de lo establecido por las autoridades internacionales.

En la Conferencia Europea se ha aportado el 7 de mayo como la fecha en la que el Consejo de Ministros de la Unión Europea puede aprobar el esperado plan de protección del atún, aunque los recelos de Francia e Italia pueden hacer que se retrase de nuevo. En ese caso, el mismo órgano podría ordenar el cierre de la pesquería del atún hasta garantizar la supervivencia de la especie.

A la espera de nuevas capturas, los 54 atunes almacenados en el Suruga I están ya congelados para viajar hasta Japón. De los otros tres, uno tuvo un fin benéfico. El dinero que generen los 398 kilos de un atún comprados por un particular, Nicolás Pacheco, se destinará la hermandad del Carmen. Una tradición que se mantiene para un sector pendiente de renovarse.