Las inmobiliarias se toman un respiro en Bolsa con subidas en torno al 1%
Solbes asegura que el desplome no afecta al mercado de la vivienda
La Bolsa dio ayer un respiro a las inmobiliarias. Y el crecimiento moderado de éstas, en torno al 1%, arrastró al resto de valores. La recuperación vivida tras el desplome del martes impulsó el Ibex 35 un modesto 0,29%. Representantes gubernamentales, de entidades financieras y sindicatos salieron en tromba para minimizar la importancia de lo ocurrido el día anterior. "Las caídas responden a una corrección importante de los valores bursátiles, y no del sector de la vivienda", afirmó el ministro de Economía, Pedro Solbes.
Las inmobiliarias que el martes cayeron cerca del 10% han recuperado posiciones. Por ejemplo, frente al bajón del 12,6%, Colonial avanzó un 2,6%. Inbesòs volvió a ser la excepción: si el martes fue la única que se salvó de la quema, ayer cedió un 1,2%.
Las constructoras, que el día anterior se dejaron arrastrar por los malos resultados de las inmobiliarias, tampoco estuvieron de suerte en la jornada de ayer. FCC, con una caída del 2,5%, fue la empresa del Ibex que más cedió; y Sacyr Vallehermoso también bajó un 0,8%.
Los analistas explican que en el parqué se recuperó la calma frente al pánico por un contagio indiscriminado de la caída en picado de la valenciana Astroc, que en una semana perdió un 65% de su valor, y que ayer subió un 0,75%. Estos expertos auguran una ralentización del mercado del sector constructor e inmobiliario, pero no un desplome.
En lo que todos coinciden es en señalar lo sobrevaloradas que estaban la mayor parte de inmobiliarias, que en algunos casos experimentaron un crecimiento bursátil superior al 1.000% anual. Otro problema de las empresas que se dedican a actividades inmobiliarias es su excesivo endeudamiento, que roza los 250.000 millones de euros.
Y éste es un fenómeno reciente: en los últimos ocho años, los créditos que las entidades financieras han concedido a estas empresas se han multiplicado por 13. Los 249.058 millones de euros que adeudan las empresas inmobiliarias suponen un 16% de los 1,5 billones que los bancos y cajas han prestado. Para comprenden la magnitud de estas cifras, podría citarse el valor del Producto Interior Bruto español, que este año rondará el billón de euros.
Los expertos también advierten de que los fuertes descensos pueden provocar una "pérdida de confianza" en el mercado bursátil español de los pequeños inversores.
Frente al pánico del martes, las llamadas a la calma. El primero fue el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, que negó que la corrección de los valores inmobiliarios fuera algo "anormal" o "preocupante". Según su lectura, en contra de los que "algunos pretenden extraer de sus conclusiones", la bajada afectó únicamente a los valores en Bolsa de las inmobiliarias, no del sector de la vivienda.
El día anterior, fuentes gubernamentales señalaron que los principales valores con pérdidas fueron los que experimentaron un crecimiento "en algunos casos excesivo" durante los últimos meses. "No veo nada afectado el sector de la construcción. Sigue funcionando igual, con una ligera desaceleración que le permite ajustarse a la realidad", añadió Solbes en los pasillos del Senado.
Tranquilidad
Más tarde habló José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado del BBVA. Dijo que el desplome no está relacionado con la economía real y con la situación del sector, ya que afectó a empresas con tamaño, negocio e ingresos muy diferentes. Según Goirigolzarri, no se puede hablar de que España forme un mercado inmobiliario en su conjunto por estar fragmentado.
El número dos del BBVA dijo estar tranquilo con la situación de las promotoras a las que el banco concede créditos, ya que éstos están dirigidos a la adquisición de primeras viviendas. "No vamos a cambiar nuestra política de créditos a las empresas del sector inmobiliario y de construcción porque los ratios de mora son buenos y dan resultados positivos", afirmó.
El secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo, destacó que las caídas responden a una "situación concreta", que no tiene por qué marcar una tendencia que determine el incremento a corto plazo del paro en la construcción.
Y, para terminar, algún político optó por interpretar la crisis bursátil de la forma más favorable a sus intereses. Como Josep Piqué, presidente del Partido Popular en Cataluña, que cree que la caída responde "en buena medida" a la pérdida de confianza en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. "Aunque es verdad que existe una crisis inmobiliaria", reconoció.
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