Empezar por generar suelo
La clave no es la tierra, como afirmaban los fisiócratas del XVIII, pero sí el suelo. El documento que ayer recibieron los grupos políticos formalmente empieza por el principio: la generación de suelo. El actual Ejecutivo, que se ha visto muy criticado porque, supuestamente, en la pasada legislatura no hizo suficiente vivienda protegida, no se ha cansado de explicar que lo primero era tener suelo y que en 2003 no lo había.
La propuesta de pacto que ayer publicó en exclusiva este diario empieza por afirmar la necesidad de que desde ahora hasta 2016 se genere suelo para construir 400.000 viviendas, de las que 250.000 deberán ser protegidas.
A tal efecto, el Instituto Catalán del Suelo se compromete a poner a disposición de constructores de vivienda social entre el 50% y el 75% del nuevo suelo que genera y pide a los municipios que hagan otro tanto.
Estas viviendas no se construirán todas antes de 2016, pero cuando termine el plazo del plan tiene que seguir habiendo suelo. De ahí que el número de viviendas propuesto sea de 160.000 para los 10 años, si bien 50.000 de ellas "y eso no es negociable", dijo Francesc Baltasar, tienen que corresponder a esta legislatura. Estas viviendas se repartirán entre alquiler (40%) y venta (60%).
El plan incluye las ayudas directas a las familias en un número de 140.000 (60.000 en esta legislatura) y ayudas sistemáticas a la rehabilitación, tanto para uso propio como para introducir el piso en el mercado de alquiler. Paralelamente, se proyecta la creación de un fondo para avalar el cobro de los alquileres. El plan no olvida las ayudas a las familias en riesgo de exclusión y el combate contra las infraviviendas.
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