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Reportaje:

Una sonda clave contra el cáncer

Un equipo de investigadores logra en Lugo un gran avance para la biología molecular

El pasado lunes, 2 de abril, será una fecha que quedará en los anales de los estudios científicos sobre la detección de tumores cancerígenos y su terapia, gracias a la aportación realizada por un equipo de investigación privado radicado en Lugo. Este equipo y en esta fecha comenzó la comercialización de histosondas, que facilitarán el diagnóstico y distinción de tumores; se podrá ver la expresión de genes que provocan que los tumores sean más o menos agresivos, y se podrán obtener indicaciones sobre la efectividad de la terapia anticancerosa que se aplica a los pacientes.

Las histosondas ahora comercializadas son reactivos para diagnóstico, lo que permitirá detectar "los genes que se expresan", tal y como sostiene el anatomopatólogo, Jesús Alba, un madrileño asentado en Lugo que coordina el Centro de Biología Molecular (Cenbimo), en el que consiguieron un avance científico con repercusión mundial.

El invento permite detectar tipos de cáncer resistentes a la terapia o más agresivos
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El doctor Alba, que convierte el desorden del laboratorio en su propio orden, trabaja con su equipo en la zona de áticos del policlínico Polusa. Su obsesión o su objetivo fue convertir en visible la biología molecular. "Algo que podamos ver en un microscopio", explica. Alba y su equipo de investigadores empezaron a trabajar en 2004 y ya han conseguido poner en el mercado diez de estas sondas exploradoras, que servirán para ver otros tantos genes distintos.

Para entender la utilidad del invento, comercializado por Vitro, SA, Alba recurre a un ejemplo muy gráfico: "A priori se ven 10 cánceres, por ejemplo de mama, que parecen exactamente iguales; sin embargo, de estos 10, cuatro mujeres se nos pueden morir en menos de dos años y, a lo mejor, las otras seis aguantan 10 o 15 años o incluso se curan. ¿Dónde está la diferencia en algo que parece igual para que luego tengan un comportamiento clínico tan distinto? Pues la respuesta está en que algunos cánceres están expresando genes que los van a convertir en resistentes a la terapia o que los van a convertir en más agresivos. Eso que hasta ahora no se podía detectar con los estudios convencionales que tenemos es lo que empezaremos a ver con nuestro producto".

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Un ejemplo más: "Hay células que producen bombas, que sacan tóxicos de dentro hacia fuera. Cuando se empieza a dar un producto quimioterápico la célula lo expulsa. Hay bombas que funcionan con unos tóxicos y otras no, con lo que se puede dar el caso de estar facilitando medicaciones que no sirven para nada". Pues bien, las histosondas de Cenbimo facilitarán indicaciones para poder elegir mejor cada terapia; harán que el tratamiento sea "más efectivo"; permitirán "que se gaste menos" y se producirá "menos toxicidad" en las células sanas.

En Cembimo son, hasta ahora, los únicos en el mundo que fabrican este tipo de sonda. De momento, cuentan con 10 sondas distintas, pero en el futuro -"si tenemos suerte", dice el patólogo- ya podrán disponer de cientos de sondas para asimilar a cientos de genes. "Una vez inventado el proceso, luego ya es más fácil", explica Alba.

El lunes pasado el doctor Alba estuvo en Madrid donde impartió una charla a los comercializadores que vinieron de Europa (Bélgica, Holanda, Alemania, Francia, Italia y Grecia). En mayo, o más adelante, hará lo propio con japoneses, estadounidenses, ingleses y laboratorios de otras partes del mundo.

Cenbimo firmó un contrato de tres años con Vitro, SA, una compañía establecida desde 1989 en Sevilla, dedicada al campo del diagnóstico y los servicios relacionados con la patología y biología molecular, entre otros. Dispone de contactos internacionales y ya cuenta con 25.000 pedidos para centros hospitalarios y de investigación de todo el mundo: Alemania, Francia, Italia y EE UU. Por su puesto, también en España, donde varios centros hospitalarios se interesaron y adquirieron las histosondas.

Las sondas contienen DNA liofilizado de un sola cadena que, mezclado con 65 microlitos de agua, ya están listas para ser utilizadas y marcar las células afectadas. A partir de ahí, se diagnosticarán tumores de una forma más precisa que hasta ahora; se comprobará su agresividad y se obtendrán datos indicativos para la respuesta de la terapia. La técnica, además, permite un diagnóstico realmente rápido. "Con una hora de incubación podemos tener un diagnóstico en cualquier hospital", sentencia Alba. Para este año tienen un compromiso de fabricación de 100.000 sonda, en 2008 serán 350.000 y en 2009, 450.000.

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