A la Universidad, toda la vida
La edad media de los estudiantes ha ascendido en poco tiempo a los 26 años - Uno de cada 10 alumnos tiene hijos - Casi la mitad ha trabajado antes de la carrera
El perfil del universitario en España está cambiando y lo está haciendo muy rápido. La edad media de los alumnos es de 26 años. A esa edad, teóricamente, se tendría que haber terminado hace dos años una carrera de seis cursos. La explicación de este dato, resultado de en un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, no es que se tarde más en hacer la carrera, sino la llegada al campus de un mayor número de personas después de haberse incorporado al mercado laboral.
Cada vez más alumnos llegan o vuelven a la universidad después de una vida de trabajo para renovar sus conocimientos o para dar un giro a su carrera, o han preferido obtener antes un título de formación profesional para asegurarse un empleo mientras siguen estudiando. Estos otros perfiles de universitario siempre han existido, pero en los últimos años están ganando terreno frente a los que eligieron el camino tradicional, y aún mayoritario, que lleva de la enseñanza obligatoria al bachillerato, de allí a la universidad y, por fin, al mercado de trabajo. La tan buscada formación para toda la vida -es uno de los Objetivos de Lisboa, acuerdo que pretende hacer de la europea la economía más competitiva del mundo en 2010- empieza a asomar en los campus españoles.
Cada vez más trabajadores vuelven al campus para renovar su formación
El profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Santos M. Ruesga elaboró el año pasado este estudio, a través de encuestas a un millar de universitarios, y lo comparó con un trabajo similar que había hecho con datos de 2003, ambos subvencionados por el Ministerio de Educación.
En este tiempo, la edad media en primer curso ha aumentado en dos años (de 21 a 23) y, entre todo el alumnado, ha aumentado en tres años.
Muchos otros indicadores del estudio confirman el aumento de los perfiles menos convencionales. Un 11,7% del total de alumnos está casado y un 9,8% tiene hijos, porcentajes que doblan los de 2003.
Algo menos de la mitad de los universitarios (44%) ha trabajado antes de llegar a la carrera, cuatro puntos más que hace tres años.
Un 12% de los universitarios los son sin haber pasado por la Selectividad. Algunos de ellos hicieron el examen de acceso para mayores de 25 años, pero la mayoría se tituló previamente en formación profesional de grado superior. Cada título superior de FP da acceso a ciertas carreras de su rama de conocimiento. Con la reforma de la Ley Orgánica de Universidades, recién aprobada, estos alumnos podrán incluso convalidar en la carrera asignaturas que hayan cursado en la FP.
Casi la mitad, el 48%, de los alumnos compaginan los estudios con un empleo (en 2003 era el 40%). Y en muchos casos, cada vez más, no se trata de los clásicos empleos esporádicos o de media jornada: un tercio de los estudiantes no se matricula del curso entero, sino de parte de las asignaturas. Además, el tiempo medio que se dedica a actividades de estudio ha descendido de 49 horas semanales a 34, mientras que el dedicado al trabajo ha subido de 23 a 27.
Este estudio está dentro de un proyecto en el que participa la Comisión Europea llamado Eurostudent, en el que están involucrados 14 países del continente. La última comparación internacional de estos indicadores se hizo en 2005. Entonces, Reino Unido era el país con los universitarios mayores, con una edad media de 28 años. Los más jóvenes eran los italianos: 21. En cuanto a los estudiantes con experiencia laboral previa a su llegada a la universidad, representan el 64% de los alemanes y apenas el 16% de los austriacos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.