_
_
_
_
Entrevista:MIGUEL ÁNGEL MORATINOS | Ministro de Asuntos Exteriores

"España intenta ayudar a que otros países de la UE mejoren su interlocución con Cuba"

Miguel Ángel Moratinos acaba de salir del Palacio de la Revolución. Raúl Castro, el presidente en funciones de Cuba, lo ha recibido poco antes de concluir su visita a Cuba. En las últimas 48 horas el ministro de Asuntos Exteriores se ha reunido con numerosos dirigentes cubanos, con los que ha acordado establecer un diálogo formal sobre derechos humanos y el restablecimiento de la cooperación. Un acercamiento político que pretende convertir a España en actor e interlocutor privilegiado de cara al futuro, pero que ha sido muy criticado por la oposición.

Pregunta. ¿Qué impresión le ha causado Raúl Castro?

"Creo que estamos ante una situación nueva donde se producirán cambios. Corresponde al pueblo cubano determinar qué cambios y cuándo"
"Para España la relación con Cuba es una obligación, para otros países es una opción"
Más información
La disidencia cubana planta a la diplomacia española

Respuesta. Es una personalidad política cordial, muy afable, pero también muy segura. Se nota que sabe adónde quiere ir, que habla cuando tiene que hablar, que entiende que cada cosa tiene su momento. Y es una persona que quiere avanzar con nosotros, con el Gobierno de España, en este marco de confianza, de diálogo y de respeto mutuo. Ha sido una larga e intensa reunión, de casi dos horas, y hemos hablado de todos los problemas que nos interesan, del presente, del futuro, y he encontrado en él una actitud de comprensión.

P. ¿Han hablado de la salud de Fidel Castro?

R. Me dijo que sigue recuperándose, poco a poco, y que está mejor.

P. Tras sus conversaciones de estos días, ¿hacia dónde cree que va Cuba? ¿Sucesión? ¿Transición? ¿Continuidad?

R. Creo que estamos ante una situación nueva, donde lógicamente se producirán cambios. Corresponde al propio pueblo cubano determinar qué cambios, cuándo y con qué ritmo realizarlos. España quiere estar ahí para acompañar y ayudar.

P. Cuba declara que no hará ninguna concesión política y que el socialismo es irrenunciable. ¿Esto es compatible con sus esfuerzos de acercamiento?

R. España siempre ha defendido una interlocución fluida con todos los países latinoamericanos y Cuba no puede ni debe ser una excepción. El diálogo puede ser crítico, pero eso no es incompatible con el deseo de profundizar la relación.

P. Usted ha argumentado como uno de los motivos de su viaje la necesidad de que España incremente su interlocución con las autoridades cubanas. ¿Cree que ha conseguido algo? ¿Cuál es el próximo paso?

R. Me he entrevistado con los principales representantes del país. Hace muchos años que un ministro español no hacía eso. Así que la interlocución con las autoridades ha mejorado sustancialmente. El próximo paso es desarrollar esos diálogos de manera estable.

P. Con Felipe González hubo intentos de acercamiento similares y fracasaron. ¿España sobrevalora su papel en Cuba?

R. No es ese el caso. España y Cuba siempre han estado muy próximas por razones culturales e históricas. Pocos pueblos nos resultan tan cercanos como el cubano. Los Gobiernos pueden reforzar o dificultar estos lazos de proximidad. Felipe González intentó estrecharlos. Los gobiernos que le siguieron los dificultaron. Ahora, el Gobierno del presidente José Luís Rodríguez Zapatero vuelve a intentar reforzar la comunicación entre los dos países. Lo hacemos porque esa política responde a hechos históricos y es una política que tiene futuro, aunque también sabemos que encierra dificultades.

P. Usted no ha visto a la oposición y tampoco ha sido excarcelado ningún preso político. ¿No ha hecho España más concesiones que Cuba?

R. He venido invitado por las autoridades de Cuba y he cumplido un programa diseñado con este fin. No me he entrevistado personalmente con la oposición, pero, por supuesto, he hablado con las autoridades de la situación de estos sectores críticos de la sociedad y de los presos cubanos. Por otra parte, España desarrolla una política propia de relaciones con la oposición cubana, cuyas modalidades y oportunidad dependen de cada ocasión. Esa política no se ha suspendido en absoluto durante mi visita y seguirá vigente.

P. ¿Habrá excarcelaciones después de su visita?

R. No lo sé, pero es mi deseo y así se lo he transmitido al Gobierno de Cuba.

P. ¿No ha sacrificado España a la disidencia?

R. España siempre ha mantenido un diálogo con los sectores críticos de la sociedad cubana y lo va a seguir haciendo. Por esos canales hemos recibido apoyos a esta visita y también alguna opinión contraria. Seguiremos hablando y actuando.

P. Las Damas de Blanco y otros opositores no han querido acudir a la reunión con la delegación española.

R. Nosotros estamos abiertos a hablar con todo el mundo. Los que quieran venir a hablar con nosotros son bienvenidos. Tenemos siempre las puertas abiertas. Pero si otros las cierran... Nosotros seguimos con el mismo compromiso de defender los derechos humanos, esto se mantiene inalterable.

P. ¿En qué consiste el mecanismo creado para discutir sobre asuntos de derechos humanos?

R. En un procedimiento estable para abordar de modo constructivo todo lo relacionado con los derechos humanos. Ambos Gobiernos estamos de acuerdo en que el respeto de estos derechos es una prioridad de la actual agenda internacional. Tal coincidencia se ha revelado lo suficientemente fuerte como para traducirla en un diálogo institucionalizado, pese a que Cuba y España tengan legislaciones muy diferentes en esta materia y no siempre la misma opinión en los foros internacionales. Precisamente por eso el acuerdo alcanzado es valioso. Hablar entre países es necesario cuando hay diferencias. Cuba y España tienen ahora un marco para hacerlo regularmente.

P. En medios diplomáticos se ha interpretado su visita como un gesto de respaldo al Gobierno cubano. ¿Es así?

R. Mi visita ha estado dirigida a potenciar la interlocución entre los Gobiernos de España y Cuba. Ese era el objetivo y el resultado obtenido es satisfactorio. Hemos establecido un procedimiento de consultas políticas y de diálogo sobre derechos humanos, hemos convocado una reunión para potenciar la cooperación cultural, y también hemos comprobado que en breve se puede firmar un nuevo Acuerdo de Protección y Promoción Recíproca de Inversiones e iniciar negociaciones para la refinanciación de la deuda. Este es el contenido concreto del viaje.

P. Han acordado renegociar la deuda. ¿Se reactivará el crédito oficial a la exportación? ¿Se concederán nuevas líneas de crédito?

R. Efectivamente, el Gobierno cubano ha presentado una oferta para solucionar el problema de la deuda, que estamos dispuestos a considerar en unas conversaciones que se iniciaran en breve. Eso podrá llevar la rehabilitación de unas líneas de crédito oficial para operaciones comerciales y de inversión. Hay que subrayar la presencia económica de España y el papel de los empresarios españoles en la magnitud de esos intercambios e inversiones.

P. ¿Es compatible todo esto con una política común europea?

R. En Bremen tuve la oportunidad de hablar con mis colegas europeos y encontré verdadero interés por este viaje. Me comprometí a informarles a mi regreso. Por supuesto que todo lo que llevo dicho es compatible con una política común europea. Entre los europeos no tenemos un problema de incompatibilidades respecto a Cuba; lo que tenemos son diferencias tácticas y una asimetría de relaciones bilaterales con Cuba que responde a la historia y la cultura. Para España la relación con Cuba es una obligación, para algunos países es una opción. Hay países fuera de la UE que podrían tener relaciones con Cuba y no quieren hacerlo. Esa es su opción, pero no la de España. Hay otros países en la UE que podrían mejorar su interlocución con Cuba y España intenta a ayudar a ello, pero no es quien decide. También hay un buen número de países de la Europa comunitaria que tienen su propia aproximación a Cuba y resulta ser perfectamente compatible con la de España. A nuestro juicio, este debería ser el camino a seguir por la UE como tal.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.GORKA LEJARCEGI

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_