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La disidencia cubana planta a la diplomacia española

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, cerró su viaje a Cuba sin reunirse personalmente con representantes de la oposición. Tras el regreso de Moratinos, un miembro de su delegación, el director general para Iberoamérica, Javier Sandomingo, permaneció en La Habana para sostener un encuentro con miembros de la disidencia y de las Damas de Blanco, el colectivo que agrupa a mujeres familiares de presos políticos.

La entrevista se celebró ayer por la tarde en la embajada española, pero la mayoría de los activistas convocados decidió no asistir como muestra de rechazo.

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Gran parte de la disidencia cubana ha criticado el viaje de Moratinos y su estrategia de acercamiento político a las autoridades La Habana. "Consideramos que la actuación del gobierno de España en este caso se ha adaptado a las condiciones de exclusión que el régimen cubano impone respecto a la disidencia", dijo ayer en un comunicado el líder del Proyecto Varela, Oswaldo Paya, en nombre del Movimiento Cristiano Liberación.

Martha Beatriz Roque, de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, tampoco aceptó la invitación española. "Ha sido una visita totalmente negativa, independientemente de que cuando pasen las fiestas de Semana Santa se liberen a algunos presos. Moratinos fue totalmente complaciente con el régimen, y muestra de ello es que se negó a reunirse con la sociedad civil". Las Damas de Blanco, Vladimiro Roca -del Movimiento Todos Unidos - y el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, rehusaron también reunirse con Sandomingo.

"Tomadura de pelo"

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"El gobierno de Cuba es experto en engañar a casi todo el mundo casi todo el tiempo, así que la diplomacia española corre el riesgo de sufrir una soberana tomadura de pelo", dijo Sánchez, en referencia al establecimiento de un mecanismo formal de diálogo sobre derechos humanos con las autoridades, uno de los resultados de la visita de Moratinos.

La disidencia moderada, representada por los socialdemócratas Manuel Cuesta Moría y Eloy Gutiérrez Menoyo, que sí acudieron a la embajada española, resalta lo positivo del viaje de Moratinos. Según Menoyo, "en Cuba por la vía de la confrontación no se logra nada, por eso es importante tratar de influir a través del diálogo".

Tras el plantón de los opositores, fuentes diplomáticas españolas dijeron que Sandomingo habló por teléfono con los ausentes de la convocatoria para "reiterarles la disposición del gobierno español de mantener un dialogo franco y abierto, y lamentar que en esta ocasión no pudieran tener un encuentro, por decisión de ellos". Para muchos no fue suficiente.

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