Seis países suman el 53% de inmigrantes

Más de la mitad (el 53%, en concreto) de los 83.500 inmigrantes asentados en Euskadi procede de sólo seis países -Colombia, Ecuador, Marruecos, Portugal, Rumania y Bolivia-, según el último informe realizado por el Observatorio Vasco de la Inmigración- Ikuspegi, dependiente del Gobierno. Casi ninguna de las nacionalidades que eran relevantes por su presencia hace ocho años lo sigue siendo hoy, lo que refleja el inmenso cambio producido en el fenómeno migratorio. Los seis países citados aportaban en 1998 el 35% de los inmigrantes en Euskadi, 18 puntos menos que en la actualidad. La más numerosa es la población colombiana, que se ha multiplicado por 20 en menos de dos décadas. La mayoría de estos inmigrantes tienen de 25 a 44 años.

El cambio operado en la composición de la población extranjera residente en el País Vasco ha sido muy notorio en los últimos ocho años. Las tres nacionalidades latinoamericanas que actualmente figuran entre las seis primeras (los llegados de Colombia, Ecuador y Bolivia) no sumaban ni el 4% de la extranjería en 1998. Hoy, en cambio, suponen el 30%. Este ascenso de los latinoamericanos y el aumento de los europeos no comunitarios coincide con el descenso de europeos comunitarios, especialmente ciudadanos portugueses. La población africana mantiene su cuota.

La concentración de población extranjera en pocas nacionalidades corre paralela a otros dos procesos: al aumento continuado del volumen de la extranjería y la presencia de un mayor número de nacionalidades. En el periodo estudiado en el informe (1998-2006), la inmigración se ha multiplicado por cinco en Euskadi y la media del crecimiento de las seis nacionalidadades supone 7,4 veces más. Entre ellas, sólo los marroquíes y los portugueses se sitúan por debajo de esa media: los marroquíes se han multiplicado por más de cuatro y los portugueses no llegan a duplicarse. Por encima, se sitúan las otras cuatro nacionalidades: los colombianos, que son los más numerosos, se han multiplicado por más de 20; los rumanos, por más de 50; los ecuatorianos, por más de 70, y el caso de los bolivianos es el más llamativo: sólo en los tres últimos años se han multiplicado por más de 40.

A principios de 2006 estaban censados en el País Vasco 83.547 inmigrantes -26.000 sin permiso de residencia ni de trabajo-, que suponían sólo el 3,92% de la población, un porcentaje muy por debajo del 8,7% del conjunto de España. En esa fecha, un toral de 36.203 extranjeros estaban afiliados a la Seguridad Social. De ellos, 9.500 eran ciudadanos de la UE y 26.700, extracomunitarios, el 66% y el 38% de su población respectiva.

Por sexos, las seis nacionalidades preponderantes representan a su vez las diferentes tendencias históricas y las modalidades de las migraciones actuales. Las de origen europeo o africano tienden a ser migraciones de mayoría masculina: el 69% de los de origen marroquí y el 64% de los nacidos en Portugal son hombres. La población rumana se divide prácticamente en dos mitades y, por último, la población latinoamericana es mayoritariamente femenina, lo que se intensifica aún más en el caso de Bolivia: un 64% de mujeres.

Por edades, los inmigrantes de 25 a 44 años constituyen más de la mitad en cinco de las nacionalidades, excepto en el caso de Portugal. También es relevante la franja de edad de 18 a 24 años.

Respecto a su ubicación residencial por comarcas, en consonancia con la pauta general de la población vasca, la mayoría reside en las capitales y sus zonas de influencia: el Gran Bilbao, San Sebastián y la Llanada Alavesa, que recogen el 72% de los originarios de esas seis nacionalidades.

Si se comparan los datos de personas extranjeras empadronadas a 1 de enero del año pasado con los datos de las autorizaciones de residencia a 31 de diciembre de 2005, se observa que la nacionalidad con mayor porcentaje de personas con autorización de residencia es la colombiana (88%), seguida por los ecuatorianos (87%).

Los ciudadanos dedicados al servicio doméstico o al cuidado de personas suponen el 19% de estas seis nacionalidades, pero su influencia resulta muy dispar. Por ejemplo, suponen un número insignificante entre los marroquíes e inexistente en los portugueses. Por contra, tiene una presencia muy relevante en las nacionalidades latinoamericanas: el 35% de los colombianos afiliados a la Seguridad Social, el 38% de ecuatorianos y el 62% de bolivianos se dedica a estas tareas.