Sanidade afirma que su prioridad es evitar que las protestas "perturben" a los pacientes

La sanidad vive en Galicia uno de los momentos más crispados de los últimos años. Los sindicatos lograron el viernes con una cadena de encierros en los hospitales que la Consellería de Sanidade mejore su oferta de subidas salariales a 14.000 de sus casi 40.000 empleados. "Nuestra prioridad es que las perturbaciones a los ciudadanos sean las menos posibles", alega el director de Recursos Humanos, Antonio Fernández Paniagua. El responsable de la negociación ve "difícil", con todo, que la paz llegue antes de las elecciones sindicales del 18 de abril en el Sergas.

El director general de Recursos Humanos se enfrenta esta Semana Santa a su pasión particular. El martes deberá presentarle a los sindicatos su tercera oferta para establecer una carrera profesional que regule las mejoras salariales y la promoción interna del personal administrativo y de los sanitarios de FP del Sergas.

Tal y como están los ánimos, del resultado de esa reunión dependerá que los trabajadores repitan las duras movilizaciones de días pasados. Ayer la plataforma unitaria formada por CC OO, UGT, CIG, CSI-CSIF y SAE lo dejó claro: sus integrantes valoran la "voluntad de diálogo" de Sanidade al acceder a elaborar otra propuesta pero "no renuncian" a retomar las medidas de presión.

"Haremos todo lo posible para llegar a un acuerdo pero lo vemos difícil", confiesa Fernández Paniagua. En Sanidade están convencidos de que la crispación en la sanidad pública está relacionada con las elecciones sindicales que se celebrarán el 18 de abril en el Sergas. El director de Recursos Humanos considera que las protestas ayudan a las centrales a "movilizar el voto". El acuerdo, vaticina, no llegará antes de esa fecha. "Vemos difícil que los sindicatos renuncien a su propuesta de máximos antes de las elecciones", argumenta y añade: "Hay una plataforma unitaria [con todos los sindicatos] para que nadie pueda capitalizar los descontentos".

La "propuesta de máximos" de las centrales sobre la carrera profesional del personal administrativo y sanitario de FP es, según Sanidade, "inadmisible" para las arcas públicas y "los sindicatos lo saben". Las centrales replican, sin embargo, que la propuesta de la consellería mantiene "desequilibrios" entre las categorías profesionales y que discrimina a los trabajadores del sistema sanitario gallego con respecto a los de otras comunidades autónomas. Fernández Paniagua discrepa y acusa a los representantes sindicales de realizar cálculos a medida en función de sus intereses. "Ellos calculan las medias para decir que nuestras ofertas son bajas".

El director de Recursos Humanos del Sergas asegura que los portavoces de los trabajadores piden en su propuesta de carrera profesional aumentos salariales que superan en un 40% los de aquellas comunidades que han alcanzado acuerdos de mayor cuantía. "Galicia no va a poder ser la comunidad que mejor carrera profesional tenga", alega el responsable de la consellería, "porque tampoco lo fuimos en las que pactamos antes".

En el caso de las carreras profesionales de médicos y enfermeros, sobre las que ya hay acuerdo, el modelo seguido fue el aplicado en Andalucía y la Comunidad Valenciana. En estos casos, el aumento salarial por grado que pactaron los sindicatos con Sanidade fue de 3.000 euros anuales para los facultativos y de 1.950 para los enfermeros. "En la de los médicos hay pocas comunidades con más y la de los enfermeros está en la franja alta, pero no es la mayor", explica Fernández Paniagua.

Próximos paros

Tras la Semana Santa, otros colectivos de trabajadores del sistema sanitario tienen previstas movilizaciones. Para el 10 de abril UGT ha convocado una huelga en las fundaciones sanitarias para exigir que se publique cuanto antes el decreto que regulará la integración de sus plantillas en el Sergas. La protesta afectará a cuatro hospitales, al 061 y a entidades como el Centro de Transfusiones. Al día siguiente comenzará un paro de tres días consecutivos al que están llamados el millar de médicos especialistas sin plaza.