Andalucía regresa al barroco

En poco tiempo la Catedral Vieja de Cádiz dejará de parecer vieja. Tres retablos y la capilla del sagrario se están restaurando para combatir al tiempo y al olvido. Dos enemigos del arte contra los que la Consejería de Cultura lucha con un proyecto que ha llamado Andalucía Barroca, con un presupuesto de 25 millones de euros. Más de 250 personas trabajan directamente para recuperar lo mejor de esta etapa histórica. Una apuesta ambiciosa plasmada en inversiones patrimoniales, exposiciones, publicaciones y un congreso internacional para reivindicar un esplendor que presentaba ya demasiados síntomas de decadencia.

El párroco de la Iglesia de Santa Cruz, la Catedral Vieja de Cádiz, Guillermo Domínguez Leonsegui, se ha acostumbrado a trabajar entre andamios. Cuando llegó al cargo, hace ocho años, se encontró con un edificio en claro deterioro. "La estructura resistía", recuerda, "pero la humedad afectaba ya a las piezas, los retablos o las imágenes". Lo peor se lo llevaba la capilla del sagrario, situada en una torre anexa. "Ya no se usaba. Llevaba muchos años como almacén y presentaba un deterioro enorme", repasa.

La Catedral Vieja de Cádiz es un buen ejemplo del abandono que han sufrido varios destacados inmuebles del barroco andaluz. La Consejería de Cultura la ha incluido dentro de su programa de recuperación de bienes inmuebles. Ha elegido también la Iglesia de los Agustinos, en Huécija (Almería); la Iglesia de San Agustín, en Córdoba; la capilla de la Virgen del Rosario en la Iglesia de Santo Domingo, en Granada; la fachada de la iglesia parroquial de Valverde del Camino (Huelva); el camarín y la ermita del Santo Cristo del Llano, en Baños de la Encina (Jaén); la Iglesia del Carmen de Antequera (Málaga) y la Iglesia de los Descalzos de Écija (Sevilla). También han sido seleccionados ocho retablos y ocho órganos. "Planteamos una revisión de una etapa que había tenido muchas connotaciones negativas", detalla el director de Bienes Culturales de la Junta, Jesús Romero. Esa imagen anticuada, recargada y decadente intensificó el rechazo por el uso que, según el director, dio el franquismo a este movimiento debido a su carácter contrarreformista.

En la Catedral Vieja de Cádiz se está arreglando el torreón, que servirá de sede para una de las siete exposiciones, y también tres retablos: el mayor, el de los genoveses y el de la coronación. El restaurador Jesús Porres lleva trabajando varios meses en recuperar la Virgen Sedente del retablo de los genoveses, una figura de alabastro que mima con un pincel para arrancarle los restos de un fuego que la ennegreció. Junto a él, separados por cortinas, la empresa Ressur, SL, cuida las imágenes del retablo de la coronación y sobre el altar Tratamientos de Conservación y Restauración, SL, (TCR) recobra la belleza del retablo. Uno de sus directores, Sebastián Fernández, fotografía los avances desde la parte más alta de los andamios, donde ya se ha eliminado el polvo acumulado, se ha recuperado la policromía de algunas figuras y se ha restaurado el estofado de las imágenes, una técnica que combina el color y el oro, una de las partes más complejas de la restauración. Los ángeles músicos lucen mejor su sonrisa. "El problema principal aquí era de suciedad", relata Fernández. En el de la coronación, los insectos han roído la madera.

250 personas que trabajan directamente en el proyecto. En ese número se excluyen empleos indirectos creados a partir de esta inversión, como los numerosos albañiles que se reparten ahora por los templos barrocos de Andalucía. Como los que conviven ahora con el párroco de la Catedral Vieja de Cádiz. Domínguez Leonsegui asume el trastorno de las obras "de buena gana". Cuando a finales de año termine la exposición que albergará la torre del Sagrario, podrá recuperar para el culto su capilla. Aunque Andalucía Barroca se despida en diciembre, sus resultados se seguirán disfrutando muchos años. El párroco ya presume por adelantado. "Ahora la catedral nueva será ésta".