El PP exige que Moratinos vea a los disidentes en Cuba
Exteriores se reserva el derecho a elegir la fórmula adecuada
El Partido Popular emplazó ayer al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para que se entreviste pública y personalmente con los dirigentes de la disidencia cubana, durante la visita que realizará el lunes y martes a la isla. El Departamento citado sigue, sin embargo, sin precisar una agenda del viaje y se reserva el derecho de optar por la modalidad de contacto con la oposición que estime más adecuada.
No es ésta la única condición que plantea al viaje de Moratinos el PP, siempre hipercrítico hacia el planteamiento gubernamental de que, para que Cuba se democratice, es mejor dialogar con sus autoridades que aislarlas. Los populares plantearon ayer un conjunto de demandas generalmente imposibles de cumplir y advirtieron que, de no atender sus exigencias, "es mejor que [el ministro] no vaya, para que España no haga el ridículo".
Así se expresó, en declaraciones a Europa Press, el secretario de Relaciones Internacionales del partido, Jorge Moragas, que se refirió expresamente a la necesidad de lograr una "liberación masiva" de los presos anticastristas y de obtener de las autoridades el compromiso de que se abordarán "reformas" democráticas "tangibles e inmediatas".
Moragas instó también al ministro para que "no cambie negocios por derechos humanos" y le advirtió de que no debe intentar "disfrazar" de éxito su visita con el anuncio de eventuales concesiones de licencias a empresas españolas. Se da la circunstancia de que Moratinos fue urgido a realizar este viaje por grandes empresarios que, durante un desayuno en Madrid, el pasado noviembre, le pidieron que acortara distancias con Cuba cuando el castrismo afronta la enfermedad de su líder y da señales de abrir su economía. El ministro era partidario entonces de aplazarlo, por razones políticas.
La demanda más insistente del PP se refiere, no obstante, a las relaciones con los disidentes, que requieren una "agenda pública" para que se entienda que España "respalda a las víctimas de la dictadura". "Sin visibilidad y publicidad de esos encuentros", dicho colectivo se quedaría "sin el respaldo y la protección" que precisa, dijo Moragas.
Fuentes próximas al ministro Moratinos reiteraron ayer que hasta el último minuto no se conocerá la agenda de un viaje sin precedentes desde hace casi dos décadas, si se exceptúa la intervención de José María Aznar en la Cumbre Iberoamericana de 1999, que sólo contribuyó a complicar las cosas. Las fuentes gubernamentales insisten también en que el Gobierno pretende con este viaje garantizar la interlocución y ganar influencia tanto hacia las autoridades como hacia la sociedad civil. "En cuanto a las fórmulas para lograrlo, se nos debe reconocer la capacidad de elegir las más adecuadas", concluyó la fuente citada.
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