La UE y la OTAN emplazan a Irán a liberar a los marinos británicos detenidos

Teherán estudia procesar a los 15 marinos británicos que retiene desde el viernes por "entrar ilegalmente en aguas iraníes", según anunció ayer un portavoz de Exteriores. Además, los responsables iraníes volvieron a rechazar la solicitud del Reino Unido para facilitar asistencia consular a los detenidos "mientras dure la investigación". El coordinador de la Política Exterior de la UE, Javier Solana, y el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, instaron ayer a Teherán a liberar cuanto antes a los soldados capturados.

Las autoridades iraníes comunicaron ayer al embajador británico en la República Islámica que los marinos se encuentran "en forma". "El caso de los marinos británicos sigue su curso legal y deben responder por su violación", declaró el viceministro de Exteriores, Mehdi Mostafavi, citado por la televisión estatal. Horas antes en Nueva York el titular de ese departamento, Manuchehr Mottaki, describió la acusación como "entrada ilegal en aguas iraníes".

Mostafavi también dijo que los detenidos estaban "siendo interrogados para aclarar si entraron de forma voluntaria o por error en aguas iraníes", lo que deja la puerta abierta a una salida negociada. Sin embargo, estudiantes afiliados a los Basiyis, un grupo paramilitar defensor de los principios de la revolución islámica y considerado próximo al presidente Mahmud Ahmadineyad, han pedido que se les someta a juicio.

Londres seguía negando ayer que sus soldados hubieran penetrado en aguas iraníes y reiteraba que realizaban una patrulla de rutina en zona iraquí. El embajador británico, Geoffrey Adams, que el sábado regresó urgentemente a Teherán, se reunió con el responsable de Europa occidental, Ibrahim Rahimpur, para indagar el paradero de los detenidos y pedir acceso consular.

La prensa regional especulaba ayer con la posibilidad de que Irán pretendiera intercambiar a los ocho marineros y siete infantes de Marina por los altos funcionarios iraníes que asegura han sido secuestrados por Occidente.

Aunque no es la primera vez que sucede algo así, este órdago a la comunidad internacional resulta especialmente arriesgado en un momento de creciente tensión por el programa nuclear iraní y el reciente reforzamiento de las sanciones en el Consejo de Seguridad. No parece casualidad que fuera precisamente el jefe de las fuerzas navales de ese cuerpo de élite, Morteza Saffari, quien ayer lanzara una nueva advertencia a EE UU contra la tentación de iniciar una guerra contra Irán.

Por su parte, los aliados europeos están unidos como una piña en la crisis. Javier Solana, coordinador de la Política Exterior de la UE, se lo hizo saber al negociador nuclear iraní, Alí Larijani, ayer en una reunión. Cristina Gallach, portavoz de Solana, indicó que el alto cargo de la UE prefirió dejar en el ámbito de la confidencialidad lo dicho a Larijani sobre los 15 marinos, fuera de insistirle en que la versión británica de lo ocurrido el viernes en aguas del Shat el Arab merece todo el crédito a la UE.

El apoyo diplomático europeo a Londres es un refuerzo a la negociación bilateral entre el Reino Unido e Irán que la Unión prefiere no mezclar con las tensiones por los planes nuclearizadores de la República Islámica, cuestión que "tiene entidad suficiente por sí misma", según una fuente europea. En la conversación con Larijani, Solana le insistió en que la resolución de Naciones Unidas no es contradictoria con el mantenimiento de los contactos, porque se trata de llegar a un acuerdo que permita a Teherán acceder a la tecnología nuclear para uso civil que excluya del todo la vertiente militar.

Larijani rechazó de plano la resolución del Consejo de Seguridad, pero en el "tono cordial" en que, según Gallach, se desarrolló la discusión, ambos acordaron volver a hablar la semana que viene. Para el iraní, "la solución al conflicto pasa por la negociación", a lo que Solana respondió con la necesidad de mantener contactos para crear las condiciones que permitan reanudar la negociación sobre el paquete (técnico, económico y político) ofrecido el pasado mes de junio a Teherán.