Los empresarios piden paso para el sector privado en la financiación de infraestructuras
Fomento exige que el recorte de fondos de la UE no perjudique las prioridades de Cataluña
Cataluña se quedará en los próximos siete años con cerca de 3.000 millones de euros menos en ayudas europeas. Ante esta realidad incontestable que marca el nuevo escenario presupuestario de la Unión Europea hasta 2013, los empresarios catalanes lanzaron ayer un toque de atención al Gobierno central para que los mecanismos con los que compensará a las comunidades menos desarrolladas por el cierre gradual del grifo de Bruselas, "no afecten a proyectos prioritarios para Cataluña como son las infraestructuras o los objetivos del acuerdo estratégico de competitividad". La patronal Fomento del Trabajo apostó por combatir la escasez de recursos "confiando inversiones a la iniciativa privada".
La patronal catalana propuso ayer abrir un debate sobre el papel del sector privado en la financiación de las infraestructuras. "Si no es por la vía del capital privado, será difícil sacar adelante proyectos de infraestructuras. Al sector privado siempre le interesará si son rentables", afirmó el presidente de Fomento, Juan Rosell, quien aludió tanto a la expansión de las autopistas de peaje como a la participación privada en puertos y aeropuertos.
"Hay más demanda de infraestructuras, y en cambio los recursos, la capacidad de endeudamiento del Estado y la posibilidad de subir impuestos no son infinitos", añadió Rosell para justificar el "toque de alerta" del nuevo escenario que se plantea con el nuevo marco de la UE.
Tensión entre comunidades
Dicho marco mantiene a España como receptor neto de fondos al menos hasta 2013. Pero España dejará de ingresar más del 40% de las ayudas, y ello ha generado tensiones entre comunidades y entre algunas de éstas y la Administración central. En términos relativos, las comunidades más perjudicadas con el nuevo marco financiero son Castilla y León, Valencia y Canarias, seguidas de Asturias y Murcia. El primer grupo perderá 6.441 millones (-61,4%) y el segundo, 2.042 millones (-58,8%), respecto del marco del periodo 2000-2006.
En la nueva clasificación de los fondos europeos, Cataluña se clasifica como comunidad de objetivo Competitividad y empleo, junto a Baleares, Madrid, Navarra, La Rioja, País Vasco, Aragón y Cantabria. Este grupo pierde el 44% de los fondos. En dinero, son 2.453 millones menos.
En el caso de Cataluña, la comunidad percibirá 1.219 millones, una disminución de 813 millones (-40%). Sin embargo, la cifra global de la pérdida será muy superior, ya que, además de estos fondos estructurales, Cataluña se ha llevado hasta ahora el 24,5% del dinero que percibe España en concepto de Fondo de Cohesión, destinado a financiar programas de infraestructuras de transportes y de medio ambiente. No está claro cuánto perderá Cataluña por este último concepto, pero da una idea de que será mucho el hecho de que la comunidad percibiera 2.870 millones entre 2000 y 2006 en Fondos de Cohesión, cuando, para el periodo 2007- 2013, Bruselas sólo ha otorgado 3.250 para toda España. No está decidido el reparto interno español del Fondo de Cohesión. Se especula con que Cataluña obtendrá unos 500 millones.
"Hace falta un esfuerzo conjunto público y privado para presentar más proyectos, para lograr un mayor retorno de lo que España aporta a la UE", explicó David Tornos, director de Internacional de la patronal. Fomento, al igual que el Gobierno catalán, está "inquieto" con los mecanismos con los que el Gobierno quiere compensar a las comunidades menos desarrolladas de las pérdidas de fondos. "Debemos cambiar las prioridades como país, y son Cataluña, Madrid y las comunidades con mayor capacidad para innovar las que deben tener prioridad", añadió.
El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ha garantizado a Valencia y Castilla y León -que por su crecimiento abandonan el grupo de las más rezagadas- que no perderán más de un tercio de lo que percibían. En cuanto a las que pasan a mejorar su renta de forma automática por el efecto estadístico que supone la ampliación al Este (Asturias y Murcia), no perderán más de la mitad de lo percibido. Además, de un fondo tecnológico de 2.000 millones que ha percibido España, el 70% ha ido a parar a las regiones menos ricas.
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