El avance de contar con una mente previsora
Los avances psiquiátricos de los últimos años no sólo han venido del lado del tratamiento, sea farmacológico o psicoterapéutico, sino también del último concepto revolucionario de la medicina en su conjunto: la prevención. Aunque lentamente, los especialistas han ido acumulando evidencias sobre algunos factores de riesgo del trastorno mental.
Uno es la exposición a mensajes, contenidos o modelos violentos en la niñez, cuando el cerebro es muy plástico, y otro es el consumo de alcohol y drogas en la adolescencia. "Ambos se pueden considerar admitidos por la comunidad científica", asegura el director general de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud, Alberto Infante. También es un principio aceptado que esta cuestión requiere intervenciones de oficio: los adolescentes no suelen acudir a la consulta del psiquiatra cuando tienen un problema con el botellón, ni en ninguna otra circunstancia.
La estrategia presta especial atención a dos tipos generales de problemas psiquiátricos de los adolescentes: los más comunes (la hiperactividad, la inadaptación) y los más graves, como la psicopatía, que es muy infrecuente, pero se suele manifestar por primera vez en la adolescencia, precisamente.
Cuando esto ocurre, es muy importante diagnosticarla de forma precoz, y no sólo por el bien del adolescente, sino a veces también por el de su familia directa. Aquí el problema no es ya la formación de los médicos. Hay en la sociedad actitudes anticuadas - "de eso no se puede hablar en casa"- y resistencias a admitir que el cerebro es, al fin y al cabo, un trozo de cuerpo, y que son los médicos, no los hechiceros, quienes pueden reparar sus averías.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.