Saramago bendice al realizador gallego Juan Pablo Etcheverry
El Nobel acude a Ferrol para presentar un corto de animación sobre un relato suyo
De la prodigiosa imaginación de José Saramago nació hace años un cuento infantil para adultos plagado de enigmas y símbolos que camina desde la soledad de un mundo sobreurbanizado y deshumanizado hacia la esperanza con la ilusión de una mente tan ingenua como curiosa. El rehabilitado Teatro Jofre de Ferrol acogió ayer el estreno del cortometraje de animación La flor más grande del mundo, inspirado en un relato del Nobel portugués que cobra vida bajo la dirección del gallego Juan Pablo Etcheverry.
La música original del polifacético Emilio Aragón y las ilustraciones de Diego Mallo completan un cuarteto creativo que la productora gallega Continental ha convertido en una ambiciosa producción audiovisual que se gestó durante ocho meses en un piso de Ferrol reconvertido en improvisado estudio de animación en plastilina y tres dimensiones.
"Este era el cuento que yo quería contar. Una historia de imposibles", dice Saramago. Durante décadas este relato mágico permaneció casi olvidado incluso por su propio autor. El literato portugués reconoció que apenas recordaba haber escrito, a principios de los años 70, este único cuento infantil que su editor reeditó años después y fue traducido a varios idiomas. La voz grave de Saramago es el hilo conductor que guía el viaje iniciático de un niño de seis años en su empeño por salvar a una flor solitaria de morir disecada ante la amenaza de bloques de ladrillo y hormigón. Su gesto desinteresado y protector avanza por una espiral de hechos insólitos que le llevarán a descubrir la magia de la naturaleza y la fortaleza de la voluntad frente al escepticismo de los adultos que encarnan los padres del pequeño.
Casi un año después del éxito de De profundis, basado en las ilustraciones de Miguelanxo Prado, la productora gallega Continental confirma su apuesta por la animación gallega con este cortometraje de animación de 10 minutos cuyo presupuesto se aproximó a los 200.000 euros, casi al nivel de una superproducción del género.
Fue precisamente la productora ejecutiva de Continental, Chelo Loureiro, quien aunó talentos literarios, musicales y artísticos para dar vida a un relato que dice en sus silencios tanto como en sus palabras. Al texto de José Saramago le puso las notas tristes y melancólicas Emilio Aragón, quien ayer, en su faceta de músico, se encargó de dirigir personalmente a la Orquesta Magistralia, para ilustrar con sonidos un cuento que su padre Emilio Aragón, Miliki, le regaló hace años y que ahora dirige Juan Pablo Etcheverry.
A sus 32 años, el joven director gallego confirma que es uno de los talentos de la animación española avalado por medio centenar de premios internacionales que han distinguido especialmente su último corto Minotauromaquia, que gira sobre el universo creativo de Pablo Picasso.
Etcheverry y el ilustrador Diego Mallo trabajaron codo con codo durante casi un año en un piso del barrio ferrolano de Ultramar para dar vida a las figuras de plastilina en dos y tres dimensiones mediante una técnica de animación conocida como stop-motion. Ayer, ambos se mostraban satisfechos con el resultado de " una historia compacta, poética y plagada de metáforas", según manifestaron.
El realizador recuerda que el proyecto empezó con una llamada de teléfono y unos bocetos que transformó en una historia "con un desarrollo artístico propio y una imagen muy especial a través de una técnica experimental". Director e ilustrador cuentan que aprovecharon su buena sintonía artística y sus amistades comunes para conjugar las técnicas más antiguas de la animación con las tecnologías más vanguardistas.
La conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, acudió al estreno para testimoniar el respaldo económico de la Xunta a la producción, a la que aporta 20.000 euros, y para manifestar que "la flor más grande del mundo puede nacer en un lugar pequeño regado por el entusiasmo". Mientras, el productor de Continental, Pancho Casal, aseguraba que "Galicia demuestra un potencial inmenso con este proyecto".
El Ayuntamiento de Ferrol, la CRTVG, el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Unicef y el Cabildo de Tenerife completan una producción que anoche en el teatro Jofre sólo cosechó elogios y aplausos.
La esposa de Saramago, Pilar del Río, subió al escenario del teatro ferrolano para narrar una vieja historia escrita por su marido, que lanzaba un órdago al lector: "Quién me dice que un día no leeré otra vez esta historia escrita por ti, que me lees, pero mucho más bonita". La petición del escritor portugués tuvo cumplida respuesta en las miles de cartas enviadas por sus lectores infantiles reescribiendo la historia de la flor más grande del mundo y que él confiesa que todavía guarda en su casa. Ahora esas palabras también han cobrado vida y tienen su propio sonido en un cortometraje de animación que pregunta, con la sinceridad de un niño, si como adultos "seríamos capaces de aprender lo que desde hace tanto tiempo venimos enseñando".
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