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Cortinas de España

Eduardo Madina

Me pregunto si entre tanto Iñaki De Juana, tanta bandera nacional y tanta sobreactuación nacionalista de la derecha de España, el Gobierno central está siendo capaz de hacer llegar algunas de las iniciativas que desarrolla en este último tiempo. Me pregunto si, entre todos, somos capaces de explicar y compartir, las iniciativas que se están aprobando en los últimos meses y que, en muchos casos, suponen un importante impacto en la vida de los ciudadanos y las ciudadanas de este país.

La Ley de Identidad de Género, la Ley de Igualdad... todas ellas han quedado ocultadas en una parte importante, me temo, justo detrás de una desenfrenada fiebre patriótica ideada para defenderse de una amenaza que no existe -España está en riesgo y las víctimas han sido traicionadas por un Gobierno que ha cedido al chantaje de ETA, se dice- y para tapar todo lo que sí existe -tercer aniversario de la tragedia del 11-M, reformas legislativas del Congreso de los Diputados orientadas a la igualdad y la ampliación de derechos, e iniciativas ejecutivas del Gobierno socialista-.

Para intentar tapar iniciativas de este estilo, la derecha está tejiendo cortinas. Cortinas de España
Acciones importantes están siendo ocultadas por una fiebre patriótica ideada para defenderse de una amenaza ficticia

Me refiero hoy a la política de becas y ayudas al estudio que desarrolla el Gobierno. En el Consejo de Ministros del 9 de marzo se aprobaron tres medidas que impactarán de forma sustancial en miles de universitarios españoles. La pena es que, al día siguiente, una manifestación de los españoles del bien impidió que esta decisión del Gobierno del mal, se convirtiera en noticia. En cualquier caso, para una mejor comprensión de estas tres medidas, creo que es importante un breve ejercicio de contextualización previa.

Entre los años 2004 y 2007, el Gobierno ha incrementado de forma muy importante los recursos destinados a becas por la vía de los Presupuestos Generales del Estado, hasta alcanzar la cifra de 1.215 millones de euros; un incremento del 50% con respecto a las cifras que destinaba el Gobierno anterior y cuyo crecimiento que no tiene precedentes en tan poco tiempo en ninguna legislatura de la democracia española.

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Así mismo, los umbrales de renta familiar que dan derecho a beca se han elevado un 15% en tres años, de modo que ahora el 55% de las familias españolas cumplen las condiciones necesarias para poder acceder a una beca del Estado. Es en ese contexto en el que se tomaron, la semana pasada, las tres nuevas medidas que señalaba antes.

En primer lugar, el Gobierno ha reforzado el programa Erasmus de movilidad de estudiantes, aumentando en más del 800% el presupuesto anterior, que pasa de los 5,6 millones de 2006 a 52 millones para 2007. Una cifra espectacular en comparación con todos los años anteriores. Las cuantías para las becas Erasmus seguirán en función de la renta y podrán alcanzar los 6.000 euros por becario. Se equiparan así las ayudas del Ministerio de Educación a las que concede la Unión Europea. Además, el pago se realizará antes de la salida del estudiante y no a la vuelta, como se hacía hasta ahora, y podrán incorporarse al programa estudiantes de formación profesional de grado superior.

En segundo lugar, el Gobierno ha establecido un programa de préstamos para estudiantes que deseen complementar su formación estudiando un máster. Se trata de ayudas que el Estado presta para pagar los estudios y los gastos personales y que el estudiante deberá devolver una vez que haya terminado su formación, esté trabajando y alcance una renta superior a los 22.000 euros anuales. Es un préstamo a interés cero, con un primer ingreso máximo de 6.000 euros y con pagos de 800 euros mensuales, hasta un máximo de 21 meses y mientras el estudiante curse sus estudios. Si transcurridos 15 años no se ha conseguido llegar al nivel de renta establecido, la deuda queda extinguida y el estudiante becado no tendrá que pagar nada.

Para 2007 la dotación aprobada es de 50 millones de euros, lo que permitirá conceder préstamos a un mínimo de 6.000 estudiantes para el curso académico 2007-2008. Este sistema, complementario con otros tipos de becas, se parece al establecido en muchos países de nuestro entorno europeo. Es un sistema solidario y equitativo, que vincula a la sociedad a la hora de compartir el riesgo de las inversiones en educación con los estudiantes y supone un pacto entre generaciones que aumenta la corresponsabilidad de los propios estudiantes a la hora de afrontar su propia formación.

En tercer lugar, para impulsar la formación de jóvenes talentos e investigadores, el Gobierno ha puesto en marcha el programa José Castillejo para la movilidad de jóvenes doctores y doctoras. Va dirigido a financiar estancias en el extranjero de jóvenes doctores, profesores o investigadores, que se han incorporado recientemente a universidades o centros de investigación españoles. Para este primer año están previstas 350 becas para estancias en el extranjero que constan de 3.200 euros para gastos de desplazamiento e instalación, más 1.700 euros mensuales. Así mismo, a la entidad de origen se la compensa con 2.500 euros para cubrir la sustitución del joven doctor o doctora.

Qué pena que todo esto no haya sido casi noticia. Para tapar iniciativas de este estilo, la derecha teje cortinas. Cortinas de España que otros dejamos que teja. Y así se va escribiendo parte del relato de una legislatura de profundas reformas: sobre el vacío informativo de muchas de las cosas que el Gobierno hace y sobre el exceso de debate de las cosas que la derecha dice que el Gobierno hace. Una pena. Estaría bien que, de una vez, empecemos ya a tomar nota.

Eduardo Madina es diputado del Congreso por Vizcaya del PSE-EE (PSOE).

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