_
_
_
_
_
Reportaje:

Starbucks se lleva a McCartney

El ex Beatle abandona su discográfica de toda la vida para editar en otoño su próximo disco con la nueva rama de la cadena de cafeterías

Diego A. Manrique

Paul McCartney (Liverpool, 1942) abandona el mundo discográfico para colaborar con la industria de la restauración: su próximo disco, previsto para otoño, no será editado por EMI, sino por Starbucks Entertainment, nueva rama de la potente cadena de cafeterías. La noticia, todavía no confirmada oficialmente, deja en una posición delicada a EMI Music, que lleva una temporada enfrentándose a cara de perro con propuestas de adquisición por parte de Warner Music y diversos grupos de inversores. Desde que firmó contrato como parte de los Beatles, en 1962, McCartney ha sido artista de EMI, que en Estados Unidos es conocida como Capitol.

Más información
Mills y el lobo

Conviene recordar que Starbucks no es ajena al negocio de la música grabada. En Estados Unidos tiene 5.688 establecimientos -de sus 7.102- que ofrecen cuidadas recopilaciones, como la serie Artists Choice, donde artistas del calibre de los Rolling Stones o Joni Mitchell seleccionan y comentan las piezas ajenas que les marcaron. Su sello, Hear Music, también ha publicado conciertos de grupos menores y proyectos notables, como el disco colectivo I believe to my soul, donde el productor Joe Henry reunió a Irma Thomas, Billy Preston, Ann Peebles, Allen Toussaint y Mavis Staples.

Starbucks demostró su músculo mercadotécnico al aliarse con discográficas establecidas para vender de forma exclusiva, durante un periodo de tiempo, determinados títulos apetitosos. Tras pactar con el Concord Music Group, las cafeterías despacharon centenares de miles de copias de Genius loves company, la colección de duetos de Ray Charles. La fórmula, que solivianta a las tiendas de discos, se ha repetido con figuras como Bob Dylan o Norah Jones. Ambas partes se benefician: los clientes de Starbucks forman parte del público objetivo para numerosos artistas históricos y las cafeterías reciben las visitas de fans en busca de la novedad de su artista favorito.

Starbucks Entertainment, en asociación con Concord, también colocaría sus discos en los puntos tradicionales de venta, incluyendo Internet, donde podría competir con iTunes. El fichaje de Paul McCartney serviría para establecer sus credenciales como disquera ambiciosa, dispuesta a jugar en primera división. Se cree que el acuerdo con McCartney abarcaría asimismo su extenso catálogo, en solitario o con el grupo Wings, con obras como Ram, Band on the run, Tug of war o Flaming pie.

Manolo Díaz, presidente de EMI Music para España y Portugal, especula que la "fuga" de McCartney podría estar relacionada con su divorcio de Heather Mills: "Es posible que Paul necesite reestructurar sus fuentes de ingresos". Díaz reconoce que la pérdida de los servicios de un creador tan emblemático tiene un alto valor simbólico, pero advierte de que no es un músico especialmente rentable: "Su contrato exige unas royalties tan altas que apenas dejan margen para realizar campañas de marketing. Sus ventas en España oscilan entre las veinte y las treinta mil copias". El encogimiento del mercado, debido a la piratería o las descargas ilegales, también ha afectado a los Beatles: "Su última referencia, la colección de remezclas Love, se ha quedado en unos 70.000 ejemplares, a pesar de ser anunciada en televisión".

Paul McCartney, en una imagen de archivo.
Paul McCartney, en una imagen de archivo.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_