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Las distintas miradas sobre Europa de franceses y alemanes

El manual de historia franco-alemán publicado el pasado año con motivo del cuadragésimo aniversario del Tratado del Elíseo, es un volumen destinado a los escolares franceses y alemanes que cursan su último año de enseñanza secundaria. La edición francesa es del sello Nathan y la alemana de Klett, y en su día fue presentado por el ministro de Educación galo y por responsables educativos germanos.

No se dispone de estadísticas oficiales respecto a la acogida recibida por parte del público o, para ser más precisos, la editorial francesa no ha querido facilitarlas. El libro en cuestión abarca desde 1945 hasta nuestros días.

Guillaume le Quintrec es el profesor de historia que se ocupó de dirigir al equipo francés que intervino en el proyecto y participó en todas las discusiones con sus homólogos del otro lado del Rin. Por parte alemana, el encargado de coordinar los trabajos fue el profesor Peter Geiss.

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"Tuvimos más problemas de método que de contenido", explica Le Quintrec, "porque la tradición francesa es de clase magistral y análisis de documentos que se facilitan o aconsejan a los alumnos, mientras que en Alemania las clases son más interactivas y se construyen en torno a un debate".

"Además, nuestra tradición cartesiana exige que todas las explicaciones estén concebidas en tres partes, pero ésa es una costumbre que, si bien nosotros creemos universal, no se repite en ningún otro país", añade.

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El profesor Le Quintrec señala que las mayores discrepancias de enfoque se produjeron "a la hora de valorar el papel de los Estados Unidos en Europa". "Los franceses", comenta, "guardamos un viejo poso de gaullismo y tendemos a ver a Estados Unidos desde el prisma de su política imperialista mientras que los alemanes ponen de relieve su democracia y el que hayan luchado por la libertad".

Otro punto de fricción en la redacción del libro franco-alemán radicó en la manera de analizar la experiencia colonial. "Francia ha tenido colonias hasta una época muy reciente y Alemania apenas las tuvo. Para ellos es difícil comprender lo que han significado para los franceses los conflictos de Indochina y Argelia, hasta qué punto la cuestión colonial dividió a la sociedad".

El historiador se dice dispuesto a pensar en la posibilidad de un manual de historia europea. "Quede claro que el que hemos hecho no es un manual de historia franco-alemana, sino un manual franco-alemán de historia".

Tropas francesas patrullan en 1962 por el barrio argelino de Bal-El-Oued.
Tropas francesas patrullan en 1962 por el barrio argelino de Bal-El-Oued.EFE

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