La gestión de la basura de Valencia sigue pendiente de dos plantas de tratamiento

La gestión de residuos sólidos urbanos de Valencia y su área metropolitana sigue sin resolverse seis años después de que la Entidad Metropolitana de Residuos (Emtre) aprobase el plan zonal y la construcción de dos nuevas plantas. La decisión del juzgado contencioso-administrativo número 4 de Valencia, que ha desestimado el recurso de la planta de Fervasa contra el decreto del Ayuntamiento de Aldaia de cerrar la instalación por falta de licencia, ha puesto al descubierto el retraso que arrastra la construcción de estas dos nuevas instalaciones.

La instalación proyectada en Manises choca con la oposición vecinal

El tratamiento de la basura generada por Valencia y su área metropolitana no está resuelto. Lo ha puesto de manifiesto el fallo de un juzgado de Valencia, que acaba de rechazar el recurso presentado en 2004 por la planta de Fervasa -con sede social en Quart de Poblet, pero con parte de sus instalaciones en Aldaia- contra el decreto de este último Ayuntamiento, que ordenó ese mismo año el cierre de la planta por falta de licencia de actividad.

Empar Navarro, alcaldesa socialista de Aldaia, se mostró satisfecha porque un tribunal le ha dado la razón frente a Fervasa y anunció que en breve evaluará con los servicios jurídicos la ejecución del fallo. La planta de tratamiento se asienta en el término de Quart, si bien la entrada principal de camiones, la báscula y parte del edificio de oficinas están sobre terrenos de Aldaia.

El consistorio de esta localidad lleva años de litigios con Fervasa a causa de los olores que desprende y el vertido de residuos [las instalaciones están más cerca del núcleo urbano de Aldaia que del de Quart]. De hecho, Fervasa ha sido expedientada y sancionada por este motivo.

Navarro exigió en 2004 a la dirección de la planta, de acuerdo con la normativa de Actividades Molestas, Insalubres y Peligrosas, que regularizase su actividad con Aldaia, pero Fervasa no vio necesario el trámite dado que contaba con la licencia de Quart de Poblet. Ante la imposibilidad de acuerdo, el conflicto acabó en los tribunales.

Así las cosas, la sentencia siembra de incertidumbre sobre la gestión de las basuras de Valencia. El Emtre, controlado por el PP y donde están representados 43 municipios del área metropolitana, cuenta desde 2002 con un plan zonal aprobado, donde se prevé la construcción de al menos dos nuevas plantas de tratamiento. Sin embargo, hasta 2005 no se adjudicó la renovación y adaptación de la planta de Fervasa en Quart de Poblet, donde está previsto el tratamiento de 400.000 toneladas de basura. Una segunda instalación, prevista en Manises y con capacidad para tratar otras 300.000 toneladas, choca en estos momentos con una amplia respuesta vecinal.

Francesc Signes, secretario de Medio Ambiente del PSPV-PSOE, lamentó ayer que seis años después de que la Generalitat fijase el plan de residuos para esta área "no haya puesto ni la primera piedra de la nueva planta de basuras, que hubiese evitado las consecuencias que pueda tener" la sentencia que obliga al cierre de Fervasa, en Aldaia. Esta sentencia es "una muestra más de la desidia y del colapso en la gestión de residuos a la que ha conducido el presidente Camps".

Para Signes, "la situación es todavía más dramática si tenemos en cuenta que, de los 2,5 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos que se producen cada año en la Comunidad Valenciana, 300.000 toneladas se vierten de forma incontrolada".

El propio secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, consideró ayer "preocupante" la sentencia que ratifica el cierre de la planta. "Es la constatación del fracaso de la política del PP en esta materia", dijo.

Sagrario Sánchez, portavoz de la dirección del PP, acusó a los socialistas de practicar el doble juego en la política de residuos "porque mientras sus alcaldes participan en los planes zonales y buscan soluciones para los residuos urbanos, los dirigentes socialistas sólo saben criticar el Plan Integral de Residuos (PIR), cuestionando con ello el trabajo de sus propios alcaldes". Según Sánchez, la gestión de residuos es un tema prioritario para el PP y las críticas socialistas no esconden más que "su rabia e impotencia al no reconocer el éxito en esta materia".