Detenido el responsable de la energía nuclear en Congo por vender uranio
Fortunat Lumu, director de la Comisión de la Energía Atómica de la República Democrática del Congo, fue arrestado el pasado martes tras la desaparición de 100 barras de uranio del centro nuclear que dirige en la capital, Kinshasa.
Lumu y uno de sus ayudantes fueron interrogados sobre el posible destino del uranio, según confirmó el fiscal general congoleño, Tshimanga Mukendi. "Están acusados de haber vendido uranio de forma ilegal", dijo Mukendi, quien añadió que los dos detenidos supuestamente se ofrecen para producir y sacar del país el uranio de forma ilegal.
El pasado mes de agosto, el Gobierno congoleño desmintió las informaciones publicadas por el diario británico The Sunday Times en las que se afirmaba que en 2005 salieron del país importantes cantidades de uranio con destino a Irán. En los últimos seis años, Naciones Unidas ha contabilizado más de 50 casos de desaparición de material radiactivo en Congo.
El centro nuclear de Kinshasa cuenta con un pequeño reactor nuclear, inactivo, destinado a la investigación. En los últimos años, el Organismo Internacional para la Energía Atómica visitó el centro nuclear de Congo para comprobar si se había reforzado la seguridad.
La planta atómica fue fundada, con fines pacíficos, por Estados Unidos en 1958. Los estadounidenses lo hicieron en agradecimiento por la extracción del uranio congoleño que emplearon en las bombas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki. El material fue extraído de la mina de Shinkolobwe, en la provincia de Katanga, a 2.000 kilómetros al sureste de la capital. Tras la independencia del país africano en 1960, los belgas, presionados por EE UU, sellaron las principales galerías de la mina con hormigón.
En 1997, sin embargo, se reanudó la actividad ilegal en la explotación. Además de uranio, de la mina se extrae cobre y cobalto, producto usado en la fabricación de teléfonos móviles. Los minerales se exportan ilegalmente a través de la vecina Zambia, donde los controles en las fronteras son mínimos o inexistentes.
Según el informe publicado por Naciones Unidas el pasado mes de julio, el Gobierno de la República Democrática del Congo no toma medidas para evitar el acceso a las minas de los grupos organizados para la obtención y contrabando de uranio. El gobernador de la provincia de Katanga, Moise Katumbe, afirmó el pasado mes: "Pienso acabar con todo esto. Invito a británicos y estadounidenses a que manden inspectores para revisar las actividades en la mina".
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