Llanera factura 418 millones y gana 40, un 158% más, con su apuesta inmobiliaria

La constructora e inmobiliaria Llanera facturó 418,6 millones de euros en 2006, más del doble que el año anterior, y logró unos beneficios de 40,6 millones, un 158% más que en 2005, de acuerdo con los resultados que presentaron ayer Fernando Vicente Gallego, consejero delegado, y Carlos Martínez, director general, en la sede central de la empresa, "la fábrica", en Xàtiva. Llanera entregó 285 viviendas en 2006, tenía otras 1.200 en construcción y comercializó 1.853, la mayoría en el nuevo complejo turístico que desarrolla en Calatrava de la Cruz, en Murcia.

La empresa familiar dedicada a la construcción de naves industriales que fundó Fernando Gallego en 1988 ha culminado "el tránsito" hacia la constitución de un grupo inmobiliario de acuerdo con el plan estratégico trazado por los responsables de la sociedad desde 2002 hasta 2006, según explicó el consejero delegado, hijo del fundador.

El negocio inmobiliario generó dos tercios del negocio de la empresa en 2006, un total de 276 millones de euros, y el original negocio de construcción aportó el tercio restante, 142,6 millones de euros.

La vocación de Llanera es sostener el negocio de construcción, que debe acometer 2.324 viviendas en 2007 y es adjudicatario de la ampliación del Hospital de Vinaròs o de seis colegios de Ciegsa, entre otros. Pero la clave del futuro es la producción y venta de viviendas para vacaciones en grandes complejos turísticos.

La proporción de viviendas turísticas comercializadas en 2006, 61%, frente a un 34% de primeras viviendas, apunta en esa dirección. Llanera aspira a construir 4.000 viviendas turísticas al año a partir de 2006, siempre a precios inferiores a 240.000 euros y destinadas, en su mayoría, a público extranjero. El mercado británico copa el 75% de las viviendas turísticas comercializadas en 2006.

Fernando Vicente Gallego subrayó que Llanera es una empresa familiar que no cotiza y no tiene ninguna obligación de exponer en público sus cuentas y estrategias. Pero los responsables de la empresa explicaron que arrastran una deuda de 300 millones de euros para financiar inversiones estimadas en 400; que controlan seis millones de metros cuadrados de suelo -el 45% en territorio valenciano, el 35% en Murcia y el resto en Andalucía- y que dos millones son urbanizables; y que el próximo objetivo es consolidar su vertiente de empresa de servicios asociados a los complejos turísticos que impulsa y cuyo desarrollo es más lento de lo previsto.