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Reportaje:

La ley, ante los abusos a bebés

Juristas y asociaciones estudian la revisión del código penal para que forzar a bebés sea violación

María R. Sahuquillo

"Hay que darle una vuelta al código penal para evitar este tipo de situaciones", declaró ayer Carmen González, adjunta al Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid. Su gabinete está trabajando en un estudio para pedir la modificación del Código Penal de 1995 y evitar casos como el conocido ayer, en el que el fiscal del caso nanysex, abierto contra un hombre acusado de abusar de niños de uno a cinco años, ha pedido una condena de abusos y no de violación. Aunque afirma que hubo sodomizaciones, el fiscal considera que no hubo violencia o intimidación, y por tanto no hubo violación.

"Un niño de dos años no siente esa intimidación porque no es consciente, pero sí especialmente vulnerable", dice González. Esta petición de condena implica una reducción de la pena, que es menor en el caso de los abusos. Para el acusado por el caso nanysex, el fiscal pide 36 años de cárcel por distintos delitos cometidos contra cinco menores. "Quizá esta petición esté ajustada al código penal pero no podemos dejar a los menores desprotegidos", expone González. Además, estudia solicitar el agravamiento de las penas de los abusos sexuales a menores. Pedro Martínez, Teniente Fiscal de Madrid sostiene que la fiscal del caso nanysex, se ha ceñido al Código Penal de 1995. "Ha hecho una aplicación estricta de la norma. El código penal cambió. Según el anterior -de 1973- toda penetración a un menor de 12 años era considerada violación. Ahora sólo se considera así si ha habido violencia o intimidación", sostiene.

"En un niño de dos años no hay voluntad, por eso no es intimidación", afirma un fiscal

Según el Teniente Fiscal, el ministerio público no aprecia violencia en el caso nanysex. "Las pruebas están muy claras, tenemos los vídeos y no se veía ningún tipo de violencia. Tampoco intimidación, porque los niños, al ser tan pequeños no eran capaces de percibir violencia moral. Es una aberración, es repugnante, pero no hay intimidación, porque intimidar es vencer una voluntad y en un niño de dos años no hay una voluntad que vencer", explica.

"Hay que huir de interpretaciones de la ley como esas", sostiene Guillermo Cánovas, presidente de la asociación Protégeles, que se muestra indignado por la petición de condena. "No entendemos cómo se puede considerar que no es violenta una sodomización a un bebé de un año. Nosotros hemos visto los vídeos y se puede apreciar dolor y violencia. Además, se ha demostrado que estos niños tienen secuelas psicológicas y miedo al agresor", asegura. Protégeles solicitará una modificación del código penal para que vuelva a ser considerada violación la penetración de cualquier tipo a menores de 12 años.

"El problema en este caso es probatorio. Probar que ha habido violencia después de tanto tiempo", explica Isabel Valriberas, decana del colegio de abogados de Ceuta. Y es que, cuando se detuvo a los tres sospechosos del caso, ya habían pasado entre uno y tres años desde que se produjeron las agresiones. Valriberas está a favor de hacer una reforma legislativa para evitar casos como éste. "Son actos tan bestiales que a nadie se le ocurre que vayan a pasar. Esto requeriría un precepto especial que castigara haya violencia o no, intimidación o no. Este tipo de actos, por lo indefenso que es un niño tan pequeño, requerirían una mayor protección legal", sostiene. En cuanto a la voluntad y la intimidación, argumento que usa la fiscalía, Valriberas cree que se debería cambiar. "A un bebé lo normal es que no se le intimide, con él se utilizan otras artimañas. Es tan malvado intimidar a un adulto como camelar a un niño", dice.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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