La Universitat pide un importante aumento de plazas en Medicina

El Consejo de Gobierno de la Universitat de València autorizó ayer que su rector, Francisco Tomás, solicite un "incremento significativo" de las plazas de la carrera de Medicina para el próximo curso. La Universitat ofertó 263 a principio de curso. El año que viene quiere ofrecer 300. El salto, en un área tan regulada como Medicina resulta considerable, y está inevitablemente vinculada a la intención del presidente Camps de concederle una nueva facultad de Medicina al arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco.

La petición debe ser aprobada por el Consejo de Coordinación Universitaria (CCU). El rectorado de Blasco Ibáñez sabe de antemano que el número de plazas crecerá, como ya lo hizo este curso respecto al anterior, en el marco del aumento de profesionales que los decanos españoles de Medicina consideran razonable. El incremento normal, hubiese alcanzado las 275 plazas.

El Consejo de Gobierno respondía a su vez a la solicitud realizada por la Junta de la facultad. Ésta afirmó que, en el caso de que la Generalitat, considerara "necesario formar más médico y así lo demuestra al Ministerio de Sanidad, deben apostar por reforzar las facultades de Medicina ya establecidas".

La lista de espera de la carrera en la Universitat de València rondó las 1.500 el año pasado.

Una dinámica equivocada

A pesar del aumento de plazas, Tomás no es partidario de ampliar de forma drástica ni el número de estudiantes de Medicina ni el número de facultades. Lo dejó entrever ayer al referirse a las situaciones de precariedad laboral de muchos de los nuevos profesionales que acaban cada año la residencia hospitalaria.

Y lo dejó más claro al pronunciarse sobre el informe que acaba de encargar la Universidad Jaume I sobre la viabilidad de una facultad de Ciencias de la Salud en Castellón. Tomás dijo al respecto que valoraba "muy positivamente" la elaboración del estudio. Y que esperaba que posteriormente se fuera "consecuente con sus conclusiones".

"Es evidente", afirmó, "que si ahora se abre una facultad de Medicina en Castellón que oferta 50 ó 100 plazas, se llenará. El problema es si esas plazas serán añadidas o detraídas del sistema español". Tomás consideró que la Jaume I "hasta ahora había adoptado una actitud absolutamente coherente con lo que significaba un sistema universitario. Que supone que no todos hacemos lo mismo en los mismos lugares".

"Ahora el sistema se rompe por el punto más débil, que es el de la Universidad Católica de Valencia. Por lo que entiendo razonable" que Castellón se planteara "entrar en esa dinámica". "Una dinámica que a mí no me gusta", concluyó.

El rector recordó que los estudios del área de Salud son los más caros y los que más recursos humanos demandan. Y la dificultad que se deriva de tener que contar con una red de prácticas hospitalarias.