Juicio al Ayuntamiento de Muxía por impago de trabajos en el 'Prestige'
Cinco ex empleados del Ayuntamiento de Muxía siguen, más de cuatro años después, sin cobrar las horas extraordinarias que realizaron durante la catástrofe del Prestige. La reclamación de este impago, que asciende en total a unos 10.000 euros, quedó ayer visto para sentencia en el Juzgado de lo Social número uno de A Coruña.
De "incomprensible" y "escandaloso" tachó ayer el letrado de los denunciantes el hecho de que el alcalde de la localidad, el popular Alberto Blanco, eluda pagar a estos trabajadores pese a las cuantiosas ayudas e indemnizaciones públicas que cobró la corporación municipal para hacer frente, precisamente, a los gastos extraordinarios que ocasionó el hundimiento del petrolero frente a las costas gallegas, en noviembre de 2002. Los cinco demandantes tienen en común el ser todos ex contratados del Ayuntamiento. Otros de sus compañeros, afirman, tampoco cobraron parte o la totalidad de las horas extraordinarias realizadas durante la catástrofe. Pero sólo cinco se atrevieron a acudir a la vía judicial para reclamar el pago de esos trabajos, reconocidos en un informe de la Intervención municipal con el visto bueno del alcalde, con fecha del 7 de marzo de 2006.
Ese documento, en el que se cuantifica en un total de 123.319 euros la deuda del Ayuntamiento con 14 empleados -entre ellos los cinco denunciantes-, fue presentado como principal prueba por el letrado Pedro Pedreira durante la vista de ayer. José Luis Toba, Elisabeth Búa y Alvaro Domínguez formaron parte de los servicios municipales de Protección Civil en Muxía durante los meses posteriores al accidente del petrolero. Andrés Eirís, animador deportivo, y José Canosa, educador familiar, también participaron en las labores y dispositivos desplegados por el Ayuntamiento para hacer frente a las sucesivas mareas negras que ocasionó el Prestige.
Muxía fue uno de los municipios de A Costa da Morte más afectados por la catástrofe de 2002. Todos los recursos y reclamaciones de estos ex empleados municipales fueron vanos durante estos años para cobrar las horas extraordinarias. El abogado de la corporación alegó en la vista celebrada ayer que el caso está prescrito. "El Ayuntamiento no está para que le pasen cuentas dos años después", reprochó en referencia a la tardanza de los denunciantes en reclamar el pago de esos servicios.
La defensa del Ayuntamiento afirmó que el último pago de los trabajos realizados durante la catástrofe se efectuó en febrero de 2004 y consideró que el informe que emitió dos años después (marzo de 2006) el interventor municipal en el que se reconoce el impago de esas horas es un documento "de un técnico que no puede ser reconocido como una deuda ni tener carácter vinculante". Otro de los argumentos del letrado de la corporación consistió en esgrimir que el convenio del Ministerio de Economía por el que se le otorgó al Ayuntamiento de Muxía una indemnización de 680.000 euros por la catástrofe del Prestige "no tiene carácter finalista", es decir que no se especifica en qué se debe invertir ese dinero. El alcalde afirmó, según los ex empleados, que utilizó parte de esa ayuda para renovar las aceras del pueblo.
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