Nadal ve compatible que Spanair e Iberia convivan en la T-Sur y Huguet lo descarta
La aerolínea española defiende que dos alianzas compartan terminal
El Gobierno catalán está dividido sobre la Terminal Sur de El Prat. Política Territorial ve "pefectamente compatible" que en ella convivan Iberia y Spanair con sus respectivas alianzas, One World y Star Alliance. El consejero de Industria, Josep Huguet, defiende que haya una sola. Manuel Nadal, secretario de Movilidad, aduce que "en los aeropuertos en países emergentes asiáticos" las alianzas comparten terminal. Iberia, con su aerolínea de bajo coste Clickair, y Spanair, pugnan por un lugar preeminente en la T-Sur, en medio de un ambiente caldeado por la movilización de los empresarios a favor de un aeropuerto de primera división.
No sólo Política Territorial. Fuentes de Iberia también creen que "las dos alianzas pueden estar en la misma terminal" y afirman que, según sus cálculos, One World y Star Alliance coparán poco más del 60% de la capacidad de la nueva T-Sur. Clickair, que opera ya buena parte de los vuelos regulares que hasta ahora realizaba Iberia desde Barcelona, ha pedido oficialmente ubicarse la nueva terminal, mientras la compañía presidida por Fernando Conte "está haciendo números" para evaluar la rentabilidad de trasladarse a ella. En su día, mudarse a la T-4 de Barajas supuso un gasto de 50 millones y operar en la faraónica infraestructura tiene una sobrecoste de 20 millones anuales.
Aena, el ente gestiona los aeropuertos españoles y debe decidir el reparto del nuevo espacio de El Prat, ha señalado que todas las posibilidades están abiertas y tampoco ha descartado el reparto de la futura terminal, que estará acabada a finales de 2008.
Pero la convivencia de dos alianzas en una sola terminal tiene muchos detractores. Expertos en infraestructuras aeroportuarias como el profesor Germà Bel lo consideran incompatible con la creación de un hub (un centro de distribución de vuelos) y varios informes técnicos también lo rechazaron en el aeropuerto madrileño de Barajas, cuando el Gobierno del PP trató de adjudicar la T-4 a las alianzas de Spanair e Iberia.
Todos -Generalitat, académicos y empresarios- están de acuerdo en convertir el aeropuerto barcelonés en un hub. La cuestión es qué entiende cada uno por hub. Clickair admite que su modelo de compañía de bajo coste sólo prevé vuelos punto a punto y no creará ese distribuidor, mientras que Star Alliance sí se compromete a hacerlo si logra una posición preeminente en la T-Sur. Pero con matices. Apenas habla de intercontinentales y la gran socia de Spanair en esta batalla, la alemana Lufthansa, ha reconocido que "no tiene previsto desarrollar una política de vuelos directos desde Barcelona, sino que integrará este centro de tráfico en su actual red".
Iberia ha dejado de operar buena parte de sus vuelos en favor de Clickair, y también hay consenso en que El Prat no debe convertirse en un aeropuerto especializado básicamente en vuelos baratos.
En pleno debate sobre el futuro del aeropuerto, el Ayuntamiento de Barcelona ha enseñado la patita y ha pedido "participar en la gestión de los servicios de transporte e infraestructuras que son competencia del Estado y afectan directamente a la ciudad y particularmente al aeropuerto".
En una declaración institucional aprobada el viernes, el consistorio indicó: "Barcelona no quiere, ni puede, renunciar a un aeropuerto con una red de vuelos suficiente como para constituir un hub desde el cual ofrecer vuelos y conexiones intercontinentales".
El segundo teniente de alcalde de Barcelona, Jordi Portabella, va más allá y, en coincidencia con Josep Huguet, también de ERC, rechaza que dos alianzas compartan terminal. A su juicio, "para favorecer las posibilidades de crear un intercambiador de vuelos debe adjudicarse a una sola alianza que pueda coordinar sus servicios".
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