Baches para un sector emergente
La industria andaluza cumple 10 años de crecimiento salpicado por la crisis naval y la de automoción
El anuncio del cierre de la factoría Delphi Automotive Systems de Puerto Real (Cádiz) ha tambaleado nuevamente al sector industrial andaluz tras el millar y pico de prejubilaciones que trajo consigo el pasado año la reconversión del sector naval en los astilleros de las provincias de Cádiz y Sevilla. Pero pese a la posible pérdida de otros 1.600 empleos de la fábrica de componentes automovilísticos, el sector industrial andaluz ha vivido una década floreciente, con un marcado carácter expansivo, frenado en 2006 en materia de empleo, pero con perspectivas económicas favorables en el presente ejercicio, según todos los analistas.
En Andalucía, el sector industrial superada la reconversión de los años ochenta, y el parón de la crisis mundial de mediados de los noventa, (en la comunidad se perdió en sólo un par de años la tercera parte de la producción industrial y una cuarta parte de la población ocupada) ha recuperado el pulso tanto en producción como en empleo, gracias a una inversión pública de 1.700 millones de euros en los últimos cuatro años de los noventa, que supusieron asimismo una inversión privada de más de 9.000 millones. A punto de cerrarse el III Plan Industrial Andaluz, las perspectivas son halagüeñas.
En la década 1995-2005 la industria andaluza elevó su peso en el país al 9,9%
El tercer programa industrial impulsado por la Junta con el arranque del nuevo siglo se basó fundamentalmente en tratar de impedir que las situaciones de crisis de carácter mundial o europeas no mermasen otra vez al sector. Así, los datos evolucionaron de manera favorable en el periodo 1995-2005, década en la que el Valor Añadido Bruto (VAB) de la industria andaluza elevó su peso en el conjunto nacional desde el 8,8% al 9,9%. Y, en ese último año 2005 volvió a batir records con un crecimiento real del 2,7%, dos veces y media el incremento nacional (1,1%) y el triple del de la zona euro (0,9%). Los datos de 2005 colocan la actividad industrial en Andalucía en el 12,5% del VAB regional y en el 9,9% de la industria española.
En niveles de empleo este crecimiento ha sido acompasado y llega a batir también cifras récord en 2005 con un incremento del 10,1%, la tasa más elevada del sector en los siete años anteriores y por encima del 7,1% del crecimiento medio de la ocupación en la economía andaluza. 2006 fue un año de transición para el empleo industrial pero los datos que reflejan los informes de los analistas económicos auguran un nuevo repunte en 2007. Además, el crecimiento del tejido empresarial creció hasta enero de 2005 en un 1,1% (347 nuevas empresas), frente a la caída a nivel nacional del número de industrias en un 0,7%.
Otro de los datos que pueden dibujar el perfil de la industria andaluza frente al desastre de la crisis de Delphi es el desembarco de empresas nacionales e internacionales producido en la comunidad durante 2004 y 2005.
Multinacionales del sector de las TIC como Telefónica, Vodafone, Iberbanda, Intel, Oracle o Sus Microsystem han realizado importantes inversiones en la región para el lanzamiento de nuevos productos y tecnologías. El desembarco de CAF, principal fabricante nacional de ferrocarriles y la instalación de centros de fabricación de componentes de aerogeneradores por parte de Gamesa y Santana Motor han dado un fuerte impulso industrial a la provincia de Jaén.
Ros Casares, la compañía líder en España en el sector de los centros de servicio y distribución de productos relacionados con el acero, ha realizado una inversión de más de 42 millones de euros en Andújar (Jaén) y Sevilla. Los procesos de la multinacional Pieralisi en Jaén (6 millones de euros de inversión en un centro de producción e investigación) o las de Heineken en Sevilla (nueva planta de su fábrica de cerveza) o Jaén (nueva línea de envasado) han sido también significativas en este periodo.
Otros ejemplos del significativo avance industrial de Andalucía en el primer lustro del nuevo siglo han sido las apuestas de Renault con su nueva planta de montaje en Sevilla (y su próxima ampliación) o la participación andaluza en el mayor proyecto industrial europeo de todos los tiempos: el proyecto aeronáutico del avión de pasajeros A-380 y del avión de transporte militar A400M.
Desde 2001 hasta 2005 el sector aeronáutico andaluz ha crecido un 65% en número de empresas, un 61,37% en facturación y un 46% en empleo, con 5.535 trabajadores, de los que un 25% están altamente cualificados.
Los anuncios de Indra para montar un centro de producción en el PTA de Málaga y otro en Aerópolis (Sevilla) son prueba de la diversificación y tecnificación del tejido industrial andaluz, junto con los macroproyectos de Abengoa (la mayor planta solar-térmica de Europa) en Sanlúcar la Mayor o la fábrica de tubos receptores solares de Schott (20 millones de euros de inversión) en Aznalcóllar.
El cierre de 2005 dejó a Andalucía como la segunda comunidad, sólo superada por Cataluña, en cifra de ventas de productos industriales, y por delante de Valencia y País Vasco, que la superaban en 2004. Andalucía vendió 41.769 millones de euros, lo que supone el 10,97% del total nacional.
400 millones de incentivos
La cuantificación de las ayudas, incentivos y subvenciones al sector industrial en Andalucía es una tarea difícil de cuantificar dada la diversificación de los orígenes de esos fondos y los proyectos de aplicación. El dato global más directo fue el del cuatrienio final de los años noventa, en el que la inversión pública en Andalucía se elevó a los 1.700 millones de pesetas.
La última orden de incentivos que se está a punto de cerrar en la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, en la que está incluida la Dirección General de Industria, Energía y Minas, y que comprendía los ejercicios de 2005 y 2006 estaba dotada con 400 millones de euros. Esta orden agrupa las más de 15 existentes hasta esa fecha y que complicaban aún más el balance final.
El hecho de que en 20 años la firma Delphi recibiera 61,96 millones de euros en incentivos, que fueron gestionados por la administración regional, pero que tenían su origen en los diferentes programas de las consejerías, los ministerios del Gobierno central, y la Unión Europea, hizo poner el grito en el cielo a los sindicatos tras conocer la intención de la compañía de cerrar sus puertas. Si bien desde la Junta se afirma que todas esas ayudas se recibieron tras certificaciones de la empresa.
Por su parte, desde la Consejería de Empleo, las cifras de incentivos a la contratación durante 2005 y 2006 ascendieron a casi siete millones de euros en el sector industrial. En 2005 se beneficiaron de ellas 108 industrias para la creación de 304 empleos por importe de 1,67 millones de euros. En 2006, las ayudas fueron a parar a 334 empresas, 1.312 trabajadores y por un importe de 5,2 millones de euros.
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