El anteproyecto de regulación de la Generalitat de Cataluña está aparcado

El único anteproyecto de ley que se ha redactado en España para regular la prostitución fue impulsado hace ahora un año por la consejera de Interior, Montserrat Tura, del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). La convocatoria de las elecciones autonómicas el pasado 1 de noviembre truncó la aprobación del texto, que generó un amplio debate social. En el nuevo tripartito catalán, la cartera de Interior la ocupa ahora Joan Saura, de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), quien al poco de tomar posesión anunció que el anteproyecto de Tura "no era una prioridad" y que quedaba congelado, al menos en los primeros meses de la legislatura. Iniciativa se mostró a favor de la regulación de la prostitución en la votación del Congreso.

El texto congelado preveía la creación de "cooperativas" de meretrices como forma de autogestión de sus servicios y detallaba las características que debían reunir esos locales, como el número máximo de las habitaciones, que quedó fijado en 12 para impedir los macroburdeles. También definía los cuatro tipos de establecimientos en los que se podían ejercer la prostitución y anunciaba que un reglamento posterior definiría el horario de apertura y cierre.

El texto prohibía la prostitución en espacios públicos, sean carreteras o determinadas calles. A los ayuntamientos se les atribuía la posibilidad acotar áreas limitada

s y se fijaba un horario máximo de trabajo de las trabajadoras del sexo de ocho horas diarias, seis días a la semana.

El borrador de la ley también elevaba la edad laboral de las profesionales del sexo de 18 a 21 años, al considerar que estos tres años de margen en la mayoría de edad podrían ser determinantes para la madurez de la persona y para recapacitar sobre la elección de la prostitución como opción laboral.