La falta de acuerdo entre Xunta y Zona Franca frena la Ciudad del Mar de Vigo
El proyecto investigador, dice la Xunta, se conocerá "en cuestión de días o semanas"
La falta de acuerdo entre la Zona Franca de Vigo y la Xunta de Galicia está frenando la puesta en marcha de la Ciudad del Mar en los terrenos que fueron de la Escuela de Transmisiones Especiales de la Armada (ETEA). La Ciudad del Mar es un ambicioso y moderno proyecto de investigación marina promovido directamente por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. Ya iba a ser presentado en junio del año pasado. En la Xunta se apunta ahora que será cuestión de "días o semanas". Las condiciones de la cesión del espacio no acaban de concretarse.
El objetivo principal de la Ciudad del Mar apunta a agrupar en un mismo espacio a todas las instituciones que se dedican a la investigación marina en la ciudad: universidades, Instituto de Investigaciones Marinas, Instituto Español de Oceanografía y la propia Xunta. No significa que estos centros de investigación tengan que ser trasladados desde su ubicación actual, con la excepción del IIM, que lo prefiere por la contaminación de las aguas de su emplazamiento en Bouzas.
El proyecto se enfrenta a una complejidad institucional derivada de la intervención de los ministerios de Economía, de quien depende Zona Franca, y Fomento, ya que el litoral entra en la competencia de Autoridad Portuaria; el Ayuntamiento de Vigo y la Xunta. En la segunda fase, que parece estar más perfilada y que se pondrá en marcha una vez esté aclarada la cesión de la titularidad del espacio físico, intervienen el Ministerio de Educación, de quien dependen algunos de los centros investigadores, y en la Administración gallega, la consellería de Pesca y, sobre todo, la Consellería de Educación, que está asumiendo la organización del complejo investigador.
El objetivo es crear una gran infraestructura investigadora, la Unidad de Tecnología Oceanográfica del Atlántico Norte, en la que trabajarán en proyectos comunes grupos multidisciplinares de científicos procedentes de las tres universidades gallegas, los centros de investigación implicados y el complejo sectorial mar industria.
Por parte de todas estas instituciones hay un clima favorable al agrupamiento, en sintonía con los criterios generales que señalan la pérdida de eficiencia científica de la investigación española, y más concretamente de la relacionada con el mar, por culpa de la dispersión de estructuras, investigadores y proyectos. Galicia es ya una potencia en esas investigaciones (genera más del 20% de la producción española de I+D marina), pero con la Ciudad del Mar podría sacar mayor rendimiento de su esfuerzo investigador en cantidad y calidad.
Propiedad del espacio
Las negociaciones de la Xunta con el Ministerio de Economía se dirigen a fijar las condiciones en que se cede la titularidad del espacio de la antigua ETEA. Ninguna de las dos instituciones ha querido precisar los motivos de la demora ni el plazo en que quedarán superadas. La subsecretaria de Economía y Hacienda, Juana Lázaro, ha participado en varias reuniones negociadoras, aunque la decisión última la tomará Zona Franca "en ejercicio de su autonomía", dijeron fuentes de este ministerio.
La intención de Zona Franca apunta a recuperar su inversión de 2002. Ese año, cuando desempeñaba la presidencia de la agencia estatal de desarrollo Pablo Egerique, compró al Ministerio de Defensa las instalaciones de la ETEA en 2002 por 30 millones de euros. Egerique prometió realizar en los 115.000 metros cuadrados del polígono un proyecto "singular" para la ciudad. El arquitecto César Portela lo presentó dos años después: viviendas, un geriátrico y otros edificios dotacionales y zona comercial con cines y restaurantes para dar servicio en tierra a un puerto deportivo con 1.070 plazas de amarre. Este proyecto, en el que estaba prevista una inversión de 140 millones de euros, fue totalmente descartado al producirse el cambio político en la Xunta y proponer Pérez Touriño el de la Ciudad del Mar.
El proyecto se estructura en función del uso del espacio existente sobre dos bases: la portuaria, relacionada ahora con la creación de un puerto base para buques de investigación oceanográfica, y el aprovechamiento de las construcciones existentes, cuya evaluación preliminar ya está formalizada. La ordenación urbanística del proyecto también es conciliable con la ordenación actual y permitirá el disfrute ciudadano (ocio, deporte) de algunos de sus ámbitos.
Investigación global y de vanguardia en 2009
El proyecto de Ciudad del Mar que ha perfilado la Consellería de Educación está abierto a nuevas ideas y aportaciones, pero tiene ya definidos unos usos básicos que se irán concretando con los programas que ponga en marcha la comisión científica que en su momento se responsabilice de esos cometidos.
Por una parte, buscará fomentar capacidades más competitivas en investigación marina alrededor de grandes líneas de investigación a las que se fijan tres o cuatro ámbitos de mayor reto: gestión productiva y sostenible de los ecosistemas; desarrollo de la genómica y de las nuevas tecnologías marinas; gestión de los recursos marinos en los ecosistemas próximos y en los océanos; y sistemas de información oceanográfica, con incidencia en los cambios climáticos asociados al mar
Las instalaciones, según el proyecto, contarán con una unidad de tecnología oceanográfica, que dará soporte a la investigación que hagan los buques oceanográficos y al desarrollo de tecnologías asociadas a esa actividad; tratará de atraer asimismo a empresas que desarrollen la innovación y las tecnologías; un centro de investigación y, por último, estructuras posibles que vinculen la actividad de la Ciudad del Mar a la ciudad, como pueden ser las deportivas u otras de ocio.
En la Xunta confían en que este trimestre quede resuelta la transmisión de la titularidad de los terrenos y de las instalaciones aprovechables para los nuevos usos, de manera que el presidente Emilio Pérez Touriño, que ha asumido personalmente el liderazgo del proyecto, pueda presentarlo antes de la primavera.
En esas fechas podrían estar ya plenamente definidos los contenidos científico-técnicos del proyecto. De esos contenidos cabrá deducir los aprovechamientos de las actuales edificaciones y los proyectos constructivos necesarios, que a su vez habrán de adjudicarse en concursos públicos. Esta fase podría requerir un año. El objetivo es que la Ciudad del Mar pueda empezar a funcionar en 2009 como centro investigador.
Las instalaciones se han quedado al margen del polémico Plan Xeral de Ordenación Municipal de Vigo, aunque los usos, edificabilidad y grado de protección previstas para la Ciudad del Mar los hacen conciliables con el planeamiento urbanístico general.
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