Corea agota existencias

De las catorce galerías de arte coreanas que participaron en la 26ª edición de Arco, que ayer cerró sus puertas, sólo tres habían participado antes en ferias extranjeras. El resto salía por primera vez. Y lo han vendido casi todo. "Este éxito ha sido una sorpresa para nosotros", dijo ayer la comisaria del país invitado este año en la feria madrileña, Jung Wha-Kim. En total se presentaron obras de 38 artistas de Corea del Sur, con aproximadamente 300 piezas en total. "El 70% está ya vendido y el resto, reservado. Nuestros artistas han recibido también propuestas de cuatro museos españoles para exponer en sus salas. Los galeristas coreanos se regresan con las manos vacías", afirmó sonriente. Aunque quizá quiso decir "con las manos llenas" (de dinero). El caso es que posiblemente se vea de nuevo arte coreano en Arco el próximo año.

"Es la primera vez que algo así sucede en la feria", confirmó Lourdes Fernández, que se estrenó este año como directora de Arco. Jung Wha-Kim achacó este éxito a "la coexistencia en el arte coreano de la tradición con la actualidad". Y a "los artistas de espíritu joven". Entre estos creadores está Sookyung Lee, la única con una exposición monográfica en una galería, que presentó unos treinta jarrones "deconstruidos".

Ayer, al final de la feria, los galeristas coreanos aún no habían cerrado todas las ventas. Pero todo indicaba que acaso la comisaria de la delegación coreana se había excedido en su entusiasmo, puesto que muchas galerías daban por hecho que no venderían todo.

Aunque se podía respirar su satisfacción. La galería One and J. había vendido dos de los cuatro Jarrones traducidos de menor tamaño de Sookyung Lee (de 3.000 a 4.500 euros) y uno de los tres más grandes, valorados en 29.000 euros. Un coleccionista brasileño había reservado otro, según Won Jae Park, fundador de la galería, que ha vendido también dos obras de tinta sobre papel de la misma artista (3.800 euros cada una).

Cabeza de Buda

Caroline Senghyun Kim, de la galería Simon, había vendido todo salvo dos piezas. Entre ellas, la gran cabeza de Buda con lentejuelas, una de las más populares de esta edición, adquirida por la compañía coreana Sasung, que ha pagado 70.000 euros por ella. También habían cambiado de dueño otras tres testas de menor tamaño (15.000 euros cada una). "Volveremos el año que viene", aseguró Senghyun Kim.

Igualmente feliz se mostraba Lee Jung Yong, responsable de ventas internacionales del Gana Art Center, que no ha parado en los días de la feria de llevar piezas vendidas a la trastienda de su stand. Entre ellas, por un precio de 15.000 euros, la cabeza de unicornio de Ji Yong Ho, escultor que usa los neumáticos usados para recrear un peculiar mundo de monstruos.

Una de las claves del éxito de la obra coreana, según Ihn Yang, directora de la galería Ihn, es que quizás el público esperaba algo más tradicional y se ha encontrado con artistas "jóvenes y muy contemporáneos". Prueba de ello es el interés que ha despertado su Varietal Urbanus (female), una enorme escultura metálica con movimiento de U-Ram Choe, valorada en 63.400 euros, reservada por un "conocido arquitecto británico".

Ihn también ha vendido durante esta edición cuatro fotografías impresas sobre una estructura de cuerdas elásticas de Sung Chul Hong (4.700 euros cada una) y dos esculturas a base de piezas de LCD (siglas en inglés de pantalla de cristal líquido), por 6.400 euros cada una.

Según los organizadores, Arco ha aumentado este año sus ventas en un 15% respecto al año pasado. Es una estimación aproximada de la dirección, que no proporcionó las cifras del año pasado, ni de éste. Resulta difícil hacerlo porque el mercado del arte es particularmente opaco en ese sentido. Muy pocas entre las 271 galerías encuestadas ofrecieron esos datos, si bien se mostraron satisfechas del resultado de este año. Las adquisiciones institucionales sí se dieron a conocer pormenorizadamente. Sus inversiones suman un total de 5.518.146 euros.

Otro dato que destacó la organización es la cantidad de coleccionistas que visitaron Arco los días reservados a los profesionales. Unos 40.000, dijo Fermín Lucas, director general de Ifema, como cifra total. La directora apuntó que en ella se contaban los compradores pero también los artistas, periodistas, críticos y comisarios u otros profesionales que recorrieron la feria los días miércoles, jueves y viernes hasta mediodía, un 20% más que el año anterior. Los 200 coleccionistas internacionales invitados por Arco se paseaban por los amplios pasillos de la feria los primeros días, luciendo un brillante pin con una A en la solapa. En 2008 la feria se celebrará en los nuevos pabellones de Ifema, uno de ellos con dos plantas y el otro con una bóveda diáfana de 17 metros de alto. "No habrá más galerías que este año, no queremos que la feria sea demasiado grande, sino que prevalezca la selección de calidad", afirmó ayer Lourdes Fernández. El país invitado será Brasil, que presentará la obra de un centenar de artistas seleccionados por los comisarios Moacir dos Anjos y Paulo Sérgio Duarte.