Maragall destina 215 millones en cuatro años a mejorar la enseñanza del inglés

El objetivo de hacer de Cataluña un país trilingüe, tantas veces proclamado en los debates políticos, va a recibir un fuerte impulso práctico. El consejero de Educación, Ernest Maragall, anunció ayer que su departamento está elaborando un plan que implica invertir 215 millones de euros hasta 2010 en la mejora de la enseñanza del inglés. Entre otras cosas prevé formar 15.000 profesores de inglés, de los que por lo menos 4.000 han de ser capaces de dar clases de otras materias en inglés. El consejero expuso también los criterios para su principal proyecto normativo para la legislatura, la futura ley de educación de Cataluña, con la que aspira a configurar el "modelo educativo propio".

El fuerte impulso al inglés no fue el único anuncio realizado ayer por Maragall en su primera comparecencia ante la correspondiente comisión del Parlament. Anunció también que en esta legislatura se van a triplicar las becas de comedor; que se van a destinar cinco millones de euros en ayudas a las asociaciones de padres, con el objetivo de ayudar a "conectar la escuela con su entorno", y que se extenderá la gratuidad del material escolar, con la pretensión de que sea total al final de la legislatura, es decir, en 2010 salvo imprevistos.

Maragall destacó dos objetivos generales para el cuatrienio. Uno es el desarrollo del Pacto Nacional para la Educación suscrito en la pasada legislatura por la Administración y el sector educativo, tras arduas negociaciones. El pacto implica por sí solo la inversión de 1,197 millones de euros hasta 2009. El otro objetivo es la elaboración de la futura ley catalana de educación. Dentro de estos objetivos generales destacó otros dos aspectos: la voluntad de crear un nuevo modelo de formación profesional y la de descentralizar el servicio público educativo, atribuyendo también responsabilidades a los ayuntamientos.

Con estos instrumentos, el consejero aspira a dotar Cataluña de un "modelo educativo propio", algo de que lo según afirmó el país ha carecido hasta ahora. Esta afirmación originó la réplica de la portavoz del grupo parlamentario de CiU, la diputada Irene Rigau, que fue consejera de Enseñanza en uno de los gobiernos de Jordi Pujol. Rigau defendió la labor realizada por su partido durante los 23 años en que gobernó.

Maragall se la reconoció. Pero sostuvo que si bien "el servicio de la enseñanza ha sido el que mejor ha funcionado en este país", esto no significa en absoluto que haya creado un "modelo propio". Los gobiernos de CiU nunca lo intentaron, dijo, porque su política fue la de "ir haciendo" y "cerrar los ojos a lo que hacía el sector privado". Tras unos primeros años con mucha ilusión, explicó, la política educativa "languideció" y cuando en 2003 la izquierda llegó al Gobierno de la Generalitat se encontró con una comunidad educativa profundamente "desanimada" y con un "clamoroso déficit de inversión" en medios y personas. Bajo la presidencia de Pasqual Maragall se hizo frente a esta situación incrementando el presupuesto destinado a educación en el 90% en tres años, hasta llegar a los 5.000 millones de euros. El consejero Ernest Maragall dijo que en esta legislatura quiere llevarlo hasta los 6.000 millones. "Para mis cuentas, un billón de pesetas", enfatizó.

En el "modelo propio" que preconiza el actual Gobierno catalán pervivirá el sector privado concertado, aseguró Maragall. El consejero adelantó los siguientes criterios para la ley que ha de configurarlo: enseñanza en catalán como lengua vehicular; sistema basado en proyectos territoriales y de centro: introducción de la evaluación del sistema; autonomía para los centros; planificación orientada al reequilibrio territorial; reconocimiento de la función social del docente, y respeto al papel de la familia en la educación.

Los grupos de la oposición, CiU, PP y Partido de la Ciudadanía, se declararon abiertos al consenso para elaborar la ley catalana de educación.