Isolux pide agilidad para abrir la planta de biodiésel en 18 meses

Isolux Corsan solicitó ayer la máxima agilidad burocrática para poder abrir en Salvaterra de Miño (Pontevedra) la mayor planta de biodiésel de España. La empresa advirtió que su plan de negocio exige que la refinería entre en producción en junio de 2008, por "lo que debería disponer de todos los permisos y poder iniciar las obras en el plazo de unas semanas", explicó Antonio Portela, consejero delegado de Isolux.

La petición de celeridad burocrática está dirigida especialmente al Ministerio de Fomento, Puerto de Vigo y a los ayuntamientos de Salvaterra, O Porriño, Mos y Vigo, por los que debe discurrir un oleoducto de unos 30 kilómetros de longitud. Isolux necesita disponer de todas las autorizaciones antes de aprobar la inversión y ejecutar las obras de construcción de una refinería de biodiésel con capacidad para 600.000 toneladas anuales de producción. El biodiésel es una especie de gasóleo que se suministra mezclado con el procedente del petróleo para automóviles.

La compañía ha puesto sobre la mesa una inversión de 300 millones de euros y ya ha logrado la autorización de la Xunta, así como su apoyo financiero, tanto en subvenciones a fondo perdido como en aportación de capital.

"La planta tiene que estar funcionando en junio del año que viene. Ese es el plazo", explicó Portela, advirtiendo que "en semanas tendrín que estar aprobados todos los trámites".

El consejero delegado de Isolux subrayó su especial interés en producir biodiésel en Galicia, "incluso en un lugar diferente a Salvaterra...podría ser Ferrol". Pero avisó que la compañía ya ha estudiado otros posibles emplazamientos fuera de Galicia por si los permisos administrativos se siguen demorando.

Si el proyecto cuaja, la refinería de biodiésel se instalaría en el nuevo polígono industrial que se construye en Salvaterra. Se trata de la denominada Plataforma Logística de Salvaterra y As Neves (Plisan), un gran puerto seco de 5 millones de metros cuadrados. La planta de combustible estaría conectada por ferrocarril y por oleoducto con el puerto de Vigo; el tren transportaría las semillas (colza, soja, girasol) que la planta transformará en carburante; y el oleoducto conduciría el combustible hasta una base de distribución en el puerto de Vigo.

La inversión se materializa a través de la nueva compañía Infinita Renovables, participada en un 50% por Isolux, 25% por Antonio y Marcial Portela, 20% por la Xunta (Xesgalicia) y otros socios financieros y 5% por el banco de Santander. Antonio Portela es, además, presidente de Infinita Renovables.

"Nuestro proyecto es muy ambicioso", indicó el empresrio, quien se quejó de que "en el puerto de Castellón ya estamos construyendo la planta de biodiésel", mientras que en Galicia llevan meses tramitando las autorizaciones.

Además de participar en Infinita Renovables, Isolux Corsan es también el principal socio industrial de T-Solar, la planta de producción de paneles solares que se instalará en Ourense. El grupo industrial con sede en Madrid aseguró que, si construye la planta de biodiésel en Galicia, situará en Vigo la sede social de Infinita Renovables, cuyo proyecto aspira a alcanzar las seis factorías de producción y superar los tres millones de toneladas anuales de combustible ecológico.