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Entrevista:AGNÈS JAOUI | Directora

"La izquierda cuida peor a los artistas"

David Trueba

Ha estado apenas un par de días en Madrid, invitada por la Embajada de Francia. Habla español con bastante soltura, lo practicó en los veranos de niña en la Costa Brava y en sus habituales visitas a Cuba o Sevilla. Ha grabado un disco, Canta, donde con pasión de aficionada pone su voz a boleros, fados y milongas y forma dúo con el español Elbicho, la portuguesa Misia o se atreve con la mítica Samba em prelúdio, de Vinicius y Baden Powell, junto a la brasileña María Bethânia. "Para una próxima entrega me encantaría invitar a cantar conmigo a Luz Casal o a Martirio, admiro a ambas, me encanta lo que hacen". A finales de marzo regresará a España para cantar en dos pequeños clubes de Madrid y Barcelona. Pero Agnès Jaoui (París, 1964) es, sobre todo, conocida como actriz, guionista y directora de dos joyas del cine europeo reciente: Para todos los gustos y Como una imagen. Dos comedias de costumbres, basadas en la observación de personajes, que refuerzan una tradición del mejor cine francés compuesta por buen humor, historias cercanas y exquisitos diálogos.

"Hablo con políticos de izquierda que no son sensibles a la protección cultural, y sin embargo hay convencidos neoliberales que lo son"
"Vivimos sumidos bajo el complejo de Hollywood, y el cine europeo tiene dificultades para viajar entre los países de su entorno"

En ambas comparte la escritura del guión con su pareja desde 1987, el actor de origen argelino Jean Pierre Bacri, con quien forma un tándem desde hace años que ha dado obras de teatro (Cocina y dependencias o Como en las mejores familias), guiones para Alain Resnais, Cedric Klapisch o Alain Corneau y un nuevo proyecto que comenzará a dirigir en agosto, en el sur de Francia. "Se titulará Háblame de la lluvia, como la canción de Brassens. 'Háblame de la lluvia y no del buen tiempo, el buen tiempo me da asco'... Hablará de la pareja, pero también del cambio climático".

Bacri, que es uno de los más grandes actores europeos, y Jaoui comenzaron a escribir piezas de teatro como huida de los malos tragos de su profesión. "Con 24 años me dije: ya basta de esperar buenos papeles, de ir haciendo cosas que no terminan de gustarme, y me decidí a escribir. No sabía cómo hacerlo, por más que desde los 11 años escribía un diario, pero a todo se aprende. Ahora no tengo demasiadas ganas de volver al teatro".

Como actriz, comenzó con Patrice Chéreau y se reserva jugosos papeles en sus películas que suelen ser estampas corales sobre la burguesía culta francesa, a ratos prejuiciosa y a ratos desamparada. "Hablo de la gente que conozco, me gusta observarlos. En nuestro trabajo de escritura partimos de un tema, de algo sobre lo que nos gustaría reflexionar; luego, vamos añadiéndole personajes y tratamos de evitar que se convierta en una pieza de tesis. Las cosas terminan por ser más complejas, más sutiles, si renuncias a tus ideas adquiridas. En el fondo ocultamos el armazón sobre el que se asienta para darle vida a la película".

Su irrupción en la canción tiene algo de capricho consumado. Participó en el pasado festival Temporada Alta de Gerona y ha completado un largo calendario de actuaciones en Francia. "Para mí, que soy judía de origen tunecino, la música española es algo cercano, la siento muy próxima. No me veo cantando en francés, no me gusto. Admiro a Edith Piaff o Barbara, pero no puedo acercarme a su repertorio. Y me considero negada para componer canciones, me resulta imposible. Así que prefiero acercarme a canciones españolas, brasileñas". Y sin embargo, la chanson francesa parece vivir un momento espléndido. Se han recuperado viejas figuras como Henri Salvador y hay una nueva generación poblada de nombres bien conocidos en toda Europa como Benjamin Biolay, Vincent Delerm, Carla Bruni, Camila. "Bueno, hay que reconocer que es un éxito de la política de cuotas en la radio francesa. Cuando el Gobierno impuso la obligatoriedad a las emisoras de que al menos un 40% de la música emitida fuera música francesa, muchísima gente protestó, se puso en contra, pero con el paso de los años ha sido algo que ha refortalecido y salvado la canción nacional, ha creado industria y ha permitido dar a conocer nuevos nombres estupendos".

"En Francia sucede, no sé si pasa igual en España, que a veces la izquierda es más reacia a cuidar a sus artistas porque da por sentado que la gente que se dedica a cantar o al teatro es cercana ideológicamente al progresismo; entonces, la derecha asume un papel más activo, para ganarse ese lugar. A veces hablo con políticos de izquierda que no son nada sensibles a la protección cultural y, sin embargo, encuentro a convencidos neoliberales que sostienen con empeño que la cultura de un país no puede estar sometida únicamente a las leyes de mercado. Creo que ese grado de protección es indispensable para la música, el teatro, el cine; eso sí, sin llegar jamás a perjudicar la entrada de productos de otros países, como sucede en Estados Unidos, que en ese aspecto es un mercado del todo proteccionista, allí no se permite la entrada de cultura de otros países, salvo como algo minoritario y meramente testimonial".

Agnès Jaoui lamenta las dificultades para que el cine europeo viaje entre los países de su entorno, las dificultades para que tenga sitio en las televisiones. Pese a las dificultades, Para todos los gustos, rodada en el año 2000, es una película que hizo bueno su título y fue apreciada en el mundo entero.

"Recuerdo que durante los días en Hollywood, cuando estuve nominada al Oscar de mejor película extranjera que luego ganó Tigre y dragón, me seguía una periodista francesa para luego escribir un largo reportaje. Era el año de Gladiator, así que no era la verdad una buena cosecha de cine americano y en todos los foros donde éramos recibidos, los cineastas norteamericanos elogiaban la vitalidad del cine extranjero, un día me volví a la periodista y le dije: '¿contarás estas cosas?', pero cuando regresé y leí el reportaje, todo era glamour, Hollywood, vestidos, gente guapa y nada de lo que allí se habló. Creo que vivimos sumidos bajo ese complejo".

La directora, guionista y cantante Agnès Jaoui.
La directora, guionista y cantante Agnès Jaoui.AFP

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