Una protesta aísla los campus de Vigo, Pontevedra y Ourense
El bloqueo en la negociación del convenio laboral de los trabajadores de administración y servicios de la Universidad de Vigo, que se prolonga desde hace dos años, derivó ayer en el corte de los accesos por carretera a los tres campus adscritos (Vigo, Ourense y Pontevedra) entre las 8.00 y las 10.30 horas de la mañana. A esta protesta del personal le siguió un recorrido, pancarta en mano, por las avenidas universitarias. La movilización, a la que según fuentes sindicales se sumó la práctica totalidad del personal laboral, llegó a interrumpir la actividad académica en Lagoas-Marcosende (Vigo).
Está previsto que el jueves se retomen las movilizaciones, tal y como apuntó Marcos Velasco, del comité de huelga que agrupa a CC OO, CIG y UGT. Ayer mismo, los sindicatos solicitaron la inclusión de este conflicto en el orden del día del claustro que se celebra hoy, así como la oportunidad de tomar la palabra para exponer una situación que afecta a un colectivo integrado por cerca de 400 trabajadores. El objetivo es emplazar al rector, Alberto Gago, a que tome cartas en el asunto y nombre a alguien dispuesto a negociar. "El problema que tenemos es que la gerencia no quiere ceder en nada y así es imposible llegar a un acuerdo", señala Velasco.
Entre las reivindicaciones planteadas está la necesidad de que el nuevo convenio cubra a todos los trabajadores con contrato laboral para que gocen de derechos relacionados con la seguridad, las vacaciones o la actividad sindical. "Hay muchos que están trabajando en proyectos de investigación, como recién licenciados, que no están cubiertos", alegan.
Los trabajadores instan a las autoridades universitarias a que les homologuen los salarios y las categorías con las del personal funcionario y que no se les discrimine con la aplicación de normas restrictivas que no se cumplen para el resto. "Somos trabajadores públicos como los demás", afirman. El personal entiende que ciertos departamentos como prensa, medio ambiente o calidad, entre otros, deben pasar a formar parte de los planteles universitarios.
El origen del conflicto
La paciencia de los trabajadores empezó a agotarse un par de meses atrás. A principios de diciembre se presentó una propuesta de convenio ante la gerencia y ésta respondió con un modelo muy similar al que los propios trabajadores en referéndum habían tirado por tierra a mediados de noviembre y a la que, además, le faltaba el apartado salarial. "Entendemos que fue una provocación", afirma Velasco.
Tras aquel episodio, el gerente Manuel Castro cogió una baja y dejó plantado al comité de huelga el 18 de enero. Los trabajadores recuerdan que nadie los avisó y esa misma mañana se encerraron en el Rectorado. Ahora siguen a la espera de que el rector adopte una determinación que ponga fin a esta situación.
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