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Columna
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Los amigos de Kate Moss

Parece que tenga una obsesión con Joan Saura, pero es que esta semana ha defendido la legalización de las drogas, y los de la oposición, como era su deber, se han escandalizado. Los de CiU dicen que sus palabras son "un globo sonda sin rigor" y los del PP le acusan de "querer convertir a Cataluña en el paraíso de las drogas".

Pero, hombre. Cataluña ya es un paraíso de las drogas (sólo que ilegales). Cualquiera de los escandalizados, aun sin tener los conocimientos de Kate Moss sobre el asunto, puede darse una vuelta por los bares y comprobar que la gente se droga más que nunca. Entren en el lavabo de cualquier bar o restaurante (ya esté frecuentado por gente de derechas o de izquierdas) y pasen el dedo por la cisterna o la tapa del inodoro, verán como encuentran restos de cocaína. Hay lugares en los que los porteros ejercen un control estricto en los lavabos para evitar que les puedan cerrar el local, pero hay lugares donde el trasiego apenas se disimula. Caminen despacio por el casco antiguo esta noche y esperen a ver cuántas personas les ofrecen comprar algo. Miren los balcones y observen las plantas. Como es natural, cuando una cosa está prohibida, la gente la sigue haciendo, pero de tapadillo, espero que no les sorprenda esta afirmación, porque en las campañas electorales en las que he trabajado como reportera, he visto consumir drogas diversas en los patidos más diversos.

En los lugares en los que está prohibida la sodomía, la gente se sodomiza, en los lugares en los que está prohibido el alcohol, la gente bebe, en los lugares en los que está prohibido que los homosexuales adopten niños, los homosexuales adoptan niños (fingiendo que no lo son) y en los partidos en los que los homosexuales no caen bien, hay homosexuales. A veces, cuando quiero hacer un homenaje a todos los que desafiaron la Ley Seca, me tomo un Long Island ice tea, que es un combinado a base de ron, tequila, ginebra, cointreau, hielo, una rodaja de limón y un poquito de coca-cola. Creo que lo ideó Hemingway y se llama así porque al tomarlo podías fingir que era un té helado. Si ahora, de repente, nos prohibieran beber, sería un engorro porque tendríamos que montar un alambique en casa o buscar a quien lo tuviera y nos quisiera vender las bebidas alcohólicas (más caras y de menos calidad). Pero no dejaríamos de beber.

En fin, pienso como Saura. A pesar de que no estoy segura de que todo el mundo esté preparado para probar las drogas, deberían ser legales porque cualquier persona mayor de edad y en pleno uso de sus facultades tiene derecho a clavarse un pincho en el occipital o a convertirse en un adicto a la cocaína, del mismo modo que puede viajar hasta Amsterdam para fumarse unos porros de manera legal. (De hecho, hasta hace poco, en el mercado de Camden, de Londres, podías comprar setas alucinógenas, de manera legal y por unas 10 libras).

Por desgracia, las campañas televisivas contra la droga son demasiado cómicas para que los jóvenes se tomen en serio sus riesgos. Esa voz en off grave que te dice que "esta raya puede ser la última" fomenta todo lo contrario de lo que pretende. (Y, paralelamente, para acabar de complicarlo todo, en la tele no dejan de salir modelos o actrices que cuentan como compañeras suyas toman cocaína para estar delgadas, mensaje que sin duda captan las adolescentes). En cuanto a Miqui Molina, ese chico que fue novio de Ana Obregón y que protagonizó la campaña A tope sin drogas, tampoco resultaba muy creíble. Ni la gran canción del gran Luixy Toledo La droga te está venciendo. Por eso, yo creo que los del PP y los de CiU deberían reconsiderar su postura. Primero, porque siempre que quieren prohibir algo, como los matrimonios homosexuales, les sale algún militante díscolo y carismático que es un ejemplo de todo lo contrario. Segundo, porque si las drogas fuesen legales, algunos escritores o músicos podríamos desgravarlas como gasto de empresa. Y tercero, porque Saura ganaría en tranquilidad. Siendo el consejero de Interior y habiendo legalizado las drogas se ahorraría el mal trago que tiene que pasar ahora cada vez que ordena a sus hombres que tienen que hacer una redada para capturar fumetas.

moliner.empar@gmail.com

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