Cataluña modera su inflación y reduce a mínimos la diferencia de precios con España

Los precios catalanes crecen prácticamente al mismo ritmo que la media española por primera vez en cuatro años. De un plumazo prácticamente ha desaparecido uno de los problemas que lastraban la competitividad de los productos catalanes, pese a que la diferencia de inflación es aún elevada con respecto a la media europea. El año 2006 se cerró con una diferencia inferior a una décima entre la inflación en Cataluña y en el conjunto de España. Las razones: la moderación del precio del petróleo se ha dejado notar más en la economía catalana, y los productos más inflacionistas -textil, hogar y servicios, en especial educación-, además de los alimentos, han mostrado una mayor moderación en Cataluña en 2006.

La Generalitat presentó el pasado mayo un plan de choque con 39 medidas ante la alarmante diferencia en el crecimiento de precios con respecto a la media española: 0,3 puntos anuales desde 1995 y prácticamente un punto con respecto a la Unión Europea. Con unas elecciones de por medio y el plan aún muy tierno, las estadísticas han dado un vuelco: la inflación cerró 2006 prácticamente igualada a la española.

El Departamento de Economía y Finanzas, que dirige Antoni Castells, asegura que ha puesta en marcha "el 75%" de las medidas incluidas en el plan de choque. Entre las más destacadas figuran la creación de un segundo Mercabarna, mejoras de eficiencia en la actuación del sector público, descuentos en peajes y límites en el crecimiento de las tasas relativas a los trámites para empresas.

Pero el plan de choque apenas ha sido necesario para reducir a mínimos la diferencia. España inició 2006 con una inflación del 4,2%, y Cataluña con el 4,6%. La moderación del precio del petróleo se dejó notar en la economía española, que cerró el año con un índice de precios de consumo (IPC) del 2,7%, pero influyó aún en mayor medida en Cataluña, que registró una inflación del 2,8%, y prácticamente cerró así la diferencia.

'Céntimo sanitario'

"La contención del petróleo tiene más incidencia cobre la economía catalana que sobre la española, pero hay otros factores que influyen en la actual convergencia de precios", según la directora general de política económica, Maria Antònia Monés. La introducción del recargo sobre los hidrocarburos -el denominado céntimo sanitario- ha dejado de tener efectos sobre la inflación en 2006, por ejemplo. Pero el descenso se explica también "por la moderación de algunos productos cuyos precios crecían más rápidamente en Cataluña", a juicio de Monés. Básicamente el textil, menaje del hogar, el epígrafe que engloba a ordenadores, televisores, equipos de sonido y equipamiento deportivo y el sector servicios, "sobre todo la educación", asegura la directora general. Además de los alimentos, con una alza de precios que se ha moderado mucho en relación con la media española.

Pero la reducción de la diferencia dista mucho de ser definitiva. El informe de una comisión de expertos nombrada por Economía, editado a mediados de 2005, "sigue plenamente vigente", afirma Andreu Morillas, secretario de Economía del Ejecutivo catalán.

Tanto Monés como Morillas reconocen que, pese a la mejoría, el problema persiste. "Sigue habiendo una grave diferencia entre el nivel de precios de Cataluña y el de la Unión Europea", explica Monés, pese a que también en este caso se ha reducido de dos puntos a un punto.

Buenas expectativas

Las perspectivas de crecimiento de precios son buenas, tanto para Cataluña como para el conjunto de España. Los precios iniciaron el año con un alza interanual del 2,4% en enero, tres décimas menos que en diciembre, y continuarán bajando hasta mediados de año por la moderación del petróleo, para acabar 2007 en torno al 2,5%, afirma la fundación de las cajas de ahorros (Funcas), siempre que el precio del barril de crudo se mantenga por debajo de los 60 dólares.

Hay un elemento de demanda que juega a favor de la moderación de los precios: la subida de los tipos de interés y la previsible desaceleración del consumo de los hogares. En el resto de Europa, la tendencia es la contraria, por lo que los precios podrían tender a subir y, por tanto, a reducir aún más las diferencias entre Cataluña, España y la media europea. Sin embargo, el director del servicio de estudios de La Caixa, Jordi Gual, asegura que la reducción de la diferencia "obedece a factores más estructurales: es difícil que se reduzca si no hay ganancias de competitividad". "La aplicación del plan de medidas contra la inflación y del acuerdo estratégico de competitividad serán claves para que, al margen de algunos factores transitorios, la reducción de la diferencia de precios no sea un fenómeno puramente coyuntural", concluye Monés.