Irán califica de ofensa las obras en la Explanada de las Mezquitas

Irán pidió ayer la movilización internacional contra las obras que Israel está llevando a cabo en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén y que, según un portavoz, ya han destruido las puertas de entrada a la mezquita de Al Aqsa. El líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, instó a los países islámicos a reaccionar ante la "ofensa", aunque no dijo cómo.

"El silencio es inaceptable. Es necesario que los dirigentes del mundo árabe reaccionen", manifestó Jamenei tras recibir en audiencia al jefe de la Yihad Islámica palestina. "La reacción del mundo musulmán debe hacer lamentar su ofensa al régimen sionista", añadió.

"La ONU debería impedir que un grupo de gente que carece de identidad y de valores éticos profane la Explanada de las Mezquitas y provoque malestar en Oriente Próximo", declaró por su parte el presidente Mahmud Ahmadineyad.

No es nada frecuente que Hamás y Al Fatah coincidan en torno a asunto alguno; tampoco es habitual que los clérigos chiíes de Irán y los suníes de Egipto se manifiesten en idéntica sintonía. Pero las excavaciones arqueológicas y las obras para construir un puente de acceso a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén -iniciadas sin los permisos legales, según el ex ministro Yosi Sarid- han obrado milagros, informa Juan Miguel Muñoz.

Aseguran las autoridades religiosas que los cimientos de la Mezquita de Al Aqsa, tercer lugar santo del islam, peligran. Algunos arqueólogos israelíes también señalan que los pilares del puente suponen riesgos para el yacimiento.

Desde la Mezquita de Al Ahzar, en El Cairo, una de las más prominentes instituciones suníes de estudios religiosos, el gran jeque Mohamed Sayed Tantaui apuntó que, ante esta agresión, todo musulmán debe movilizarse. Los 14 partidos que forman la oposición en Jordania exigieron a su Gobierno la ruptura de relaciones diplomáticas. Para mañana viernes, día sagrado de los musulmanes, ha sido convocada una jornada de protesta en Nazaret.