Barcelona es la cuarta ciudad de Europa en negocios y cae al décimo puesto en el sector de la tecnociencia

Barcelona es una de las ciudades líder de Europa para promover negocios. En 2005 ocupaba el quinto lugar en el ranking europeo y en 2006 ha escalado un puesto. Por delante, las grandes capitales de Londres y París, y en tercer lugar, Francfort. La estadística refleja la opinión de ejecutivos de 507 compañías de diferentes países europeos y es una de las que recoge el Observatorio Barcelona, el quinto estudio que realizan conjuntamente la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Barcelona. Son 45 indicadores diversos, muchos de ellos habituales a las principales ciudades de Europa.

Como mejor ciudad europea para los negocios se valora, en primer lugar, la calidad de vida, la relación calidad-precio de las oficinas, el marco fiscal favorable y la facilidad de acceso a los mercados. En la cruz de la moneda, lo que se destaca como "mejorable", están la cualificación de las plantillas, las conexiones de transportes internacionales y las telecomunicaciones, aspectos en los que Barcelona ha bajado puestos respecto a otros estudios anteriores.

El recorrido más largo que tiene que hacer la ciudad es en el sector de las TIC -las tecnologías de la información-, tal como evidencian algunas de las estadísticas que contiene el Observatorio. Según éste, la capital catala ocupa el décimo lugar de ciudades europeas en población ocupada en servicios tecnológicos. En números absolutos, en la ciudad trabajan 1.231 personas en Investigación y Desarrollo (I+D), 4.521 en informática y 2.398 en el sector de las telecomunicaciones. En total, 8.150 empleos directos, según la información facilitada ayer en la presentación del Observatorio por el presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Valls, y por el segundo teniente de alcalde del Consistorio, Jordi Portabella. Los dos hicieron una lectura optimista del sector del conocimiento de las tecnologías: "En dos años se ha crecido de forma notable y ése es el futuro", apuntó Valls, que señaló el proyecto del 22@ como uno de los más singulares e importantes de Europa. Portabella negó que la ciudad esté decantada hacia el turismo, sin embargo, subrayó que ninguna ciudad "puntera" en el mundo puede prescindir de él. La radiografía que presentaron fue optimista sin ocultar los puntos negros. Especialmente, el desarrollo de infraestructuras aeroportuarias.

En producción científica, Barcelona ocupa el 27º puesto de la clasificación mundial de ciudades, que tiene 63. En el tráfico aéreo, Barcelona ocupa el noveno lugar de la clasificación europea. La capital catalana sigue ocupando el primer lugar como ciudad de cruceros y se ha encaramado en los últimos tres años hasta el undécimo lugar de precios de hoteles y restauración.

Un incremento del coste de la vida que, por ahora, no la sitúa entre las 50 más caras del mundo. Actualmente ocupa el 56º puesto en el citado ranking, por detrás de muchas ciudades europeas, incluida Madrid.

Lo que atrae más como ciudad de negocios y de congresos y convenciones es la ciudad en sí. Y el hecho de que los precios del alquiler de oficinas y viviendas sean competitivos a escala europea.

En 2006, por ejemplo, el metro cuadrado de oficina en Barcelona se situó en 388 euros el metro cuadrado frente a los 1.651 de Londres, los 823 de París o los 481 de Madrid.