_
_
_
_
Crítica:JAZZ | Maceo Parker y la WDR Big Band
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La fiesta de Maceo

Todo estaba preparado: la orquesta, a punto; el Palacio Municipal de Congresos, a reventar; y el maestro de ceremonias, que nos puso en situación: el programa, comentó, constará de dos partes, Raíces y Grooves, respectivamente. En la primera, Parker evocará la figura de su admirado Ray Charles, mientras que la segunda estará dedicada a su propia música. Habrá blues y habrá funky y su poquito, o no tan poquito, de jazz. Con esto, ya sólo faltaba la estrella de la noche.

Maceo Parker, Mister 98% Funky + 2% Jazz, no se hizo de rogar. La suya fue una de esas apariciones en escena que se recordarán: notoriamente más delgado que en su última visita, gafas de sol y sonrisa al viento, balanceándose al modo del "genio del soul", uno podía creerse que estaba ante el mismísimo Raymond Charles Robinson revivido. Los mismos gestos, idéntica, o parecida, forma de acompañarse al piano, el mismo quiebro de garganta... Verlo, y escucharlo, para creerlo.

Maceo Parker

Maceo Parker (saxo alto, piano, vocal) y WDR Big Band. Michael Abene (director y arreglista), Dennis Chambers (batería), Rodney Curtis (bajo). Palacio de Congresos. Madrid, 2 de febrero.

Maceo tocó -menos de lo habitual- y cantó -bastante más- y todo lo que cantó y tocó fueron composiciones del susodicho en versiones razonablemente fieles a las originales. Algunas fueron más afortunadas -Hallelujah I love her so, Georgia on my mind-, otras menos -un Hit the road Jack algo flácido, un You don't know me de dudosa entonación-...; a su favor tuvo el acompañamiento más que competente de la WDR Big Band, conocida de su anterior visita a Madrid junto al multiteclista Joe Zawinul.

What'd I say puso el punto final a esta primera parte, momento que aprovechó una fracción del respetable para abandonar la compostura y sus localidades y corear el pegadizo estribillo del tema a grito pelado. Y así quedó el ambiente, caldeado y a punto de caramelo para recibir al tremebundo Dennis Chambers, especie de Arnold Schwarzenegger de la batería, que copó buena parte del interés durante la segunda parte del espectáculo. Eran él, y el no menos contundente Rodney Curtis, al bajo eléctrico, y la big band, que ahí seguía, y Maceo Parker, que volvía a ser él mismo.

El resultado: una ración de funky orquestal sudoroso de proporciones casi wagnerianas. De Ray Charles habíamos pasado a James Brown a través de la música de quien fue su director musical.

No faltaron ninguno de sus grandes éxitos, ni Pass the peas ni To be or not to be o Shake everything you got. Sobró la balada, un Moonlight in Vermont que dejó en evidencia lo que ya sabíamos: que Parker no es un músico de jazz (pero para eso estaban los magníficos solistas de la WDR Big Band). Al César lo que es del César y a Maceo Parker lo suyo, que es el funky. Para quien no estuvo, la sesión se grabó y será editada en disco. Un éxito, seguro.

Maceo Parker, durante su actuación en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid.
Maceo Parker, durante su actuación en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid.SANTI BURGOS

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_