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Entrevista:BONIFACIO | Pintor

"Picasso nos ha jodido a todos"

Bonifacio Alfonso (San Sebastián, 1933), Bonifacio a secas para el arte, se enfrenta al cuadro como un campo de batalla. "Una pintura es buena cuando en ella hay lucha. La pintura es siempre la gran aventura a vida o muerte, en la que se puede ganar o perder. La pintura no es sólo cuestión estética o arte decorativo; es algo que forma parte de la vida, es expresión, es testimonio, es permanencia, y mucho amor". El artista mantiene declaraciones de otras décadas en su estudio del barrio madrileño de Lavapiés, donde almacena dibujos y telas ante la presencia de máscaras africanas, altares mexicanos, cajas de mariposas, juguetes populares y maquetas de barcos.

El Círculo de Bellas Artes, de Madrid, presentará el próximo jueves una retrospectiva de Bonifacio, con 200 obras desde finales de los sesenta a la actualidad, patrocinada por la Comunidad de Madrid, que en 2005 le concedió el Premio de las Artes. Los comisarios de la exposición, Juan Manuel Bonet y Pilar Borrás, han reunido lienzos, dibujos, series de grabados y libros de bibliofilia bajo el título de En los campos de batalla para mostrar el universo cromático de un mundo abstracto. Para Bonet, Bonifacio es "una voz aparte, un pintor muy pintor, un dibujante prolífico y un excelente grabador, un pintor de raíces expresionistas y surrealistas que trabaja en perpetuo movimiento, con una poética que tiene que ver con la del grupo Cobra, con mucha sabiduría en su modo de enfrentarse al hecho pictórico".

"La pintura es siempre la gran aventura a vida o muerte, en la que se puede ganar o perder"
"Ahora soy más minucioso. Ha llovido tanto... El caso es no estar conforme nunca"

La muestra se completa con el documental Bonifacio. La cicatriz de la pintura, una producción del Círculo de Bellas Artes, rodado en la casa del pintor, con una larga entrevista sobre sus orígenes, la iniciación a la pintura y la pintura, la participación de Antonio Gallo, grabador, amigo y vecino, donde realiza las litografías, y otros documentos históricos del archivo personal. En el rodaje han colaborado la comisaria Pilar Borrás y el pintor Miguel Galanda.

Ante el despliegue de imágenes de más de cuarenta años, Bonifacio se reafirma en que "siempre sale ganando el cuadro, nunca el pintor". "Cuando nos enfrentamos el cuadro y yo, siempre vence el cuadro. Los cuadros no se terminan, se abandonan, él es el que da la cara. Picasso decía que el cuadro es como la mujer: hace con uno lo que quiere. Preparo el cuadro con muchos bocetos pequeñitos, pero después no se parece nada al boceto, y a veces le pegas un brochazo y pierdes todo el cuadro".

La dispersión de la obra de Bonifacio hace el camino contrario para el montaje de la retrospectiva, con piezas del Reina Sofía y Patio Herreriano, Bellas Artes de Bilbao, fundaciones La Caixa y Juan March y de unas 25 colecciones particulares, entre ellas de jugadores del Athletic de Bilbao y de la Real Sociedad, una pasión, la del fútbol, que mantiene intacta, ahora por televisión, cuando se ha alejado de los toros. "Hay muchos cuadros que me siguen gustando y otros no. Ahora soy más minucioso y antes dominaba más el grafismo, el informalismo. Ha llovido tanto... El caso es no estar conforme nunca. Me acuerdo más de los cuadros que me ha costado mucho pintarlos. Hay algunos que salen por casualidad y otros que no salen, a base de quitar y poner. Yo digo que soy un pintor de arrepentimiento, porque borro, quito, veo lo que sobra, lo que falta. Creo que los pintores siempre estamos pintando el mismo cuadro toda la vida, vamos alrededor siempre del mismo cuadro. Picasso decía que no buscaba, que encontraba. Yo ni busco ni encuentro".

En la serie de grabados sobre insectos es donde se aprecia más el lugar del dibujo en la obra de Bonifacio. "Me sigue gustando mucho y es la base de la pintura. Yo sigo con el carboncillo primero y después quito o dejo el dibujo". Se le identifica con el expresionismo abstracto, de raíz surrealista, que lleva a sus composiciones de formas geométricas, mecánicas y campos de color. "En la pintura hay que meterse de lleno, a pesar de que se anuncia siempre su muerte y parece que hemos pasado a la reserva, como me dice Gordillo. La abstracción y las cosas figurativas me han ido saliendo sin darme cuenta. En la vida diaria hay muchas cosas abstractas, o en las manchas de las paredes. Me interesé por los insectos cuando vivía en Cuenca y los iba recogiendo cuando salía a pescar. Creo que soy mucho mejor pescador de truchas que pintor. Me gusta mucho improvisar sobre la pintura, como la música de jazz. La pintura hay que saber verla, yo no tengo teorías sobre las cosas y es muy difícil explicar la pintura, ya que no tiene partitura".

Cuenca es una de las ciudades de Bonifacio y la batería de jazz uno de sus múltiples oficios, en una trayectoria que pasa por San Sebastián, Bilbao, París, México y Madrid. Los textos del catálogo recogen su pasión por la vida y su amistad con otros artistas, con testimonios de Antonio Saura, Guillermo Cabrera Infante, Roberto Matta, Ángel S. Harguindey, Fernando del Paso, Antonio Pérez y otros. "He disfrutado de la vida todo lo que he podido, pero en los últimos diez años ya no salgo de noche, por la pata y la espalda. Siempre ha sido muy importante la amistad, la amistad siempre perdura, y en la pintura siempre he ido a mi aire. Aunque tuve gran amistad con Saura, Guerrero, Rueda, Zóbel, no pertenecí al grupo El Paso, del que me llamaba la atención la forma de pintar. He tenido influencias de todo Cristo, pero Picasso es el que nos ha jodido a todos".

Bonifacio, en su estudio de Madrid.
Bonifacio, en su estudio de Madrid.LUIS MAGÁN

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