Relato de una crisis municipal

Odón Elorza se ha creado un nuevo problema cuando intentaba solucionar otro. El alcalde donostiarra ha resuelto de forma definitiva la ubicación de la incineradora de basuras en San Sebastián a costa de poner al borde de la quiebra su acuerdo de gobierno con Ezker Batua (EB). Este grupo decidirá antes de una semana en una asamblea local si mantiene su acuerdo con el PSE o pasa a la oposición durante los meses que restan hasta las elecciones municipales de mayo. El cisma que ha provocado en el equipo de gobierno la polémica planta es total: "Nos sentimos absolutamente desamparados. El alcalde ha pactado con el PNV y Eusko Alkartasuna a espaldas de su socio de gobierno. La desconfianza es plena", aseguró ayer Duñike Agirrezabalaga, única edil de Ezker Batua y responsable del área de Igualdad, Participación Ciudadana y Barrios.

La edil de EB se hallaba en la cama con gripe cuando se enteró de que el pleno trataba la cuestión

La ruptura de la coalición no varía la situación de minoría en que ha gobernado Elorza durante todo este mandato -los socialistas cuentan con 10 de los 27 concejales de la corporación-. Esta crisis en el seno del equipo de gobierno, sin embargo, se suma a la larga lista de desencuentros que han jalonado su política de pactos durante los últimos años. En marzo de 2002 rompió el acuerdo que mantenía con el PP; después fracasó en varios intentos por atraerse a los nacionalistas y ahora está a punto de perder a EB.

Esta formación considera una "deslealtad grave" la forma en que fue aprobada el pasado martes por el pleno municipal el convenio de colaboración entre el Ayuntamiento, la Diputación y las mancomunidades que gestionan las basuras en Guipúzcoa, que posibilita la construcción de la incineradora en una zona de los altos de Zubieta que está próxima a Usurbil, aunque dentro del término municipal de San Sebastián. Dicho convenio fue presentado el pasado viernes en la junta de gobierno, donde EB votó en contra.

Agirrezabalaga acusa a Elorza de urdir, cuatro días después, una estrategia "a espaldas" de sus socios para sacar adelante el acuerdo en el pleno con los votos de los nacionalistas.

Los hechos que ponen en peligro el acuerdo de gobierno se sucedieron así. Ezker Batua conoció el mismo martes, a través de un representante del PNV, que Elorza había incluido por la vía de urgencia la votación del convenio en el pleno de ese día, al que Duñike Agirrezabalaga no podía asistir al encontrarse convaleciente de una fuerte gripe. La edil trató de confirmar esta cuestión desde la cama a través de un mensaje al teléfono móvil del alcalde, pero no tuvo una respuesta hasta una hora después. Elorza le comunicó por medio de otro SMS que el asunto de la incineradora se estaba debatiendo en ese mismo momento. Agirrezabalaga entró en el salón de plenos "con 38 y medio de fiebre", según fuentes de EB, cuando la corporación se hallaba a punto de iniciar la votación. Pidió la palabra desde su escaño y acusó al primer edil de actuar "con nocturnidad y alevosía".

La portavoz de EB, aún sin reponerse completamente, mantuvo ayer varias reuniones en el Ayuntamiento con el grupo socialista para analizar la situación creada tras el "episodio" vivido el martes. No pudo hablar con Elorza al hallarse el regidor de viaje fuera de San Sebastián.

El conflicto de la incineradora ha sido el principal desacuerdo que han mantenido el PSE y EB desde que firmaron su pacto de gobierno en julio de 2005. Fue la causa por la que Agirrezabalaga, por ejemplo, se desmarcó de su socio al abstenerse en la aprobación del avance del Plan General de la ciudad, que incluye la construcción de la planta de combustión de basuras.

EB, contraria a este sistema de tratamiento de los residuos urbanos, considera que Elorza le "ocultó conscientemente" sus intenciones y optó por "negociarlo todo con los nacionalistas". A esta conclusión llegan dirigentes de la formación tras comprobar que "los portavoces del PNV y de EA, [Xabier Ezeizabarrena y Jaione Arratibel, respectivamente], trajeron sus intervenciones sobre la incineradora escritas con antelación".

El PP anunció ayer que a partir de ahora se desmarcará en el consistorio de cualquier decisión que adopten el grupo socialista y los nacionalistas sobre la incineradora de basuras, ya que considera que ha sido "vetado" en este asunto. El concejal popular Javier Urbistondo aseguró en una rueda de prensa que su grupo ha mantenido en todo momento una "actitud intachable" en esta cuestión, "cumpliendo y defendiendo todas las decisiones de la mayoría", además de defender los intereses de la capital guipuzcoana, en "una cuestión nada agradable para San Sebastián". El PP volvió a defender la ubicación de Landarbaso para instalar la incineradora.