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Un conflicto que se prolonga más de tres años

Mikel Ormazabal

La decisión del Ayuntamiento donostiarra de construir la principal incineradora de Guipúzcoa en los terrenos de Arzabaleta, en los altos de Zubieta, supone desbloquear un conflicto que arrancó a finales de 2003. Se ha llegado a este acuerdo, que está respaldado por la Diputación y las mancomunidades, tras fracasar los sucesivos intentos para ubicarla en Urnieta y en Aritzeta, Landarbaso y otra parcela de Zubieta, estos tres últimos terrenos también en el término donostiarra.

El convenio aprobado el pasado martes por el consistorio deberá ser refrendado ahora por cada una de las ocho mancomunidades de la provincia, un requisito que estas exigieron para aceptar el traslado de las basuras que genera la comarca de San Sebastián -unas 100.000 toneladas anuales- a los tres vertederos abiertos en la actualidad: Sasieta (en Beasain), Lapatx (Azpeitia) y Urteta (Zarautz).

Este volumen de residuos urbanos dejará de depositarse gradualmente en el basurero de San Marcos, el mayor de Guipúzcoa, cuyo cierre estaba previsto para el pasado 31 de diciembre, pero sigue actividad. Inicialmente, sólo el 10% de las basuras se enviará al resto de vertederos, que no empezarán a recibir el 50% hasta que se constituya el consorcio que gestionará las basuras de Guipúzcoa, previsiblemente en mayo próximo. No será hasta el otoño cuando todos los residuos de San Marcos se repartan en el resto de vertederos.

En todo caso, Guipúzcoa deberá esperar hasta 2012 para que entre en funcionamiento la incineradora de Zubieta, según el responsable de una mancomunidad. Mientras, los impulsores de esta planta podrían encontrarse con un escollo difícil de superar tras el anuncio realizado por los alcaldes de Usurbil, Luis Mari Ormaetxea, de EA, y de Lasarte-Oria, la socialista Ana Urchueguía, de que irán a los tribunales para paralizar el proyecto. La coordinadora Lasarte-Oria Bizirik, contraria a la incineración, entregará hoy 8.000 firmas en el consistorio solicitando una consulta sobre el asunto en este municipio.

Los ayuntamientos de Irún y Hondarribia, que siguen adelante con su proyecto de construir una incineradora para el Txingudi, se inclinan ahora por abandonarlo e integrarse con el resto de mancomunidades, confesó ayer el alcalde de Irún, José Antonio Santano. "Visto que ahora va en serio, estudiaremos sumarnos" al proyecto de Zubieta, apuntó.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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